Sobre nuestra cultura
- Mons. Rómulo Emiliani cmf
- /
- /
Estamos diseñados por el Creador para caminar por la vida a paso ligero y seguro buscando siempre el bien de los demás. Pero nos llenamos en el camino de cargas, algunas más pesadas que otras, que hacen torpe nuestro viaje. Por eso caminamos lentos. Adquirimos malas costumbres y hábitos, como el comer demasiado y no saludable, la pereza, el dejar de hacer las cosas para el último momento, el no cumplir la palabra dada, la impuntualidad, la improvisación, el impedir crecer a los que destacan honestamente, el hablar mal de los demás, el vocabulario soez, que impiden el desarrollo integral de nuestra personalidad. Nos acostumbramos al ruido en todos lados. Somos incapaces de guardar silencio quince minutos. No leemos, no pensamos de manera articulada, no reflexionamos, no analizamos las cosas, no profundizamos en los temas, vivimos de manera superficial la existencia. Nos carcome la desidia. Por eso fácilmente nos manipulan, juegan con nosotros. Actuamos a base de slogans o máximas que nos entierran en vida: "Yo no hago nada si no me dan algo, en cambio". "Yo solo pienso en mí mismo". "Los demás me importan nada". Para qué esforzarme, si lo consigo con trampa fácil". "El dinero lo puede todo". "Lo importante es la fiesta, la diversión". No es común el esfuerzo por hacer las cosas bien, con perfección y a tiempo, el superarnos en lo que producimos, el hacer las cosas con calidad.
Cuando todo eso se convierte en un estilo de vida, personal y comunitario, se hace cultura, un rasgo propio de nuestra sociedad. Una sociedad le transmite a otra los hábitos y costumbres. Viene entonces una manera de ser determinada con rasgos muy marcados. Y esto es lamentablemente una distinción de nuestra cultura latinoamericana. Y si a eso añadimos la corrupción generalizada de nuestras instituciones públicas y el cumplimiento a medias de las leyes, sobre todo de los que tienen poder económico como evasión de impuestos, competencia desleal, baja calidad de los productos, sueldos injustos, tenemos una marca de estilo de vida latinoamericana. Lógicamente, eso no implica que todos los que pertenecen a esa realidad sean así. Jamás. Hay muchas cosas buenas. En América Latina han sobresalido las personas brillantes, personajes célebres en todas las esferas de la vida, gente que ha destacado en todos los órdenes de la existencia. Hablo de características determinadas.
Tenemos un rico potencial humano con ese hermoso crisol de razas, el mestizaje, una lengua, fe y tradiciones comunes, la diversidad de pueblos indígenas, la presencia negra y europea, y una riqueza material impresionante. Es cuestión de romper hábitos enfermizos, patrones culturales que nos entierran en el fracaso continuo, y con una renovación espiritual y humana, reformar costumbres y alcanzar el nivel de progreso que nos pondrían a la altura del primer mundo. Por eso también hay que seguir evangelizando.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.