Parte I
Reforma de la justicia penal
El gran desafío fue, y sigue siendo, lo que considera el común de la gente, con respecto a la justicia penal, porque en la sociedad impera un pensamiento "inquisitorial", producto de una tradición o historia...
Parte I
El gran desafío fue, y sigue siendo, lo que considera el común de la gente, con respecto a la justicia penal, porque en la sociedad impera un pensamiento "inquisitorial", producto de una tradición o historia...
Deben incluirse los paradigmas sociales consistentes en que las posturas de las mayorías suelen convertirse en el derecho que todos tienen que cumplir,. Foto: Archivo. Epasa.
En el camino de la profesionalización, cada cual asume o aplica los "qué", "cómo" y "cuándo", dependiendo de diferentes aspectos, circunstancias o posibilidades.
En mi caso particular, viví lo indicado en la oración anterior, y, en particular, recientemente, culminé mis estudios de la Maestría de Derecho Penal y Derecho Procesal Penal, después de un poco más de dos décadas de haber obtenido el título de Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas.
Muchas cosas han pasado en lo que respecta a mis iniciativas, vivencias, ejecutorias y experiencias como estudiante y como Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas (v.gr. Abogado).
Después de realizar mis estudios en dicha Maestría, descubrí varios aspectos que, para ser honesto, no recuerdo que lo hayan enseñado o mencionado en la Facultad de Derecho.
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Un gran "mea culpa" si, por desidia o lo que sea, no di la debida atención o importancia a este asunto, a pesar de que poseo una mente crítica y aunque haya tramitado diversos casos bajo el esquema inquisitorial.
Me refiero a la actualización jurídica sobre los Sistemas de Justicia Penal, especialmente, lo relativo a la Reforma de la Justicia Penal Latinoamericana, en lo cual, estuvo (está) inmersa la República de Panamá.
Sobre esta Reforma Latinoamericana, cuyo mayor apogeo se dio en la década de los años 60's y 70's, se puede decir que lo crucial fue el cambio de paradigmas de un sistema inquisitorial a un sistema acusatorio, no solo desde las perspectivas legislativas y judiciales, sino, más bien, donde surge y sucede todo, es decir, en la sociedad.
El gran desafío fue, y sigue siendo, lo que considera el común de la gente, con respecto a la justicia penal, porque en la sociedad impera un pensamiento "inquisitorial", producto de una tradición o historia, si nos enfocamos, principalmente, en la época colonial (v.gr. española), en la que las Leyes Coloniales, nacidas o inspiradas en y desde la voluntad de la monarquía, solo estaban para ser cumplidas por los súbditos.
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Es importante destacar que con las independencias de cada uno de los pueblos americanos, especialmente del yugo español, la mentalidad, tradición o actitud, impositiva e inquisitorial, se mantuvo en las nuevas autoridades o gobernantes de cada uno de los países hispanoamericanos.
Esto es así, sin menoscabo de aquellos países que estuvieron (están) sometidos a esquemas políticos dictatoriales, autocráticos, represivos y/o descompuestos.
También deben incluirse los paradigmas sociales consistentes en que las posturas de las mayorías suelen convertirse en el derecho que todos tienen que cumplir, aunque muchas de dichas posturas graviten en el plano de lo moral, espiritual, filosófico, místico, ideológico y de los intereses creados de las referidas mayorías, aunque, también, en rejuego con los intereses creados de los factores reales de poder. (Primera de dos entregas).
Abogado
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