Reflexiones sobre el Pensamiento Bolivariano
Sobre el papel que le correspondía desempeñar al continente latinoamericano en la historia política del mundo, a nuestro parecer sigue vigente la portentosa tesis planteada hace ya más de 50 años, por el historiador colombiano Indalecio Liévano Aguirre titulada "El Congreso de Panamá: Bolivarismo y Monroismo." Muy propia del pensamiento político latinoamericano, el autor expone de manera clara y precisa la concepción de Simón Bolívar acerca de un estado democrático, soberano y libre, integrado por las repúblicas independizadas del dominio del imperio español, para lograr una Patria Grande, unida por la lengua, las costumbres y las cercanías territoriales. Liévano Aguirre, analizó, con rigor, las intenciones anglosajonas y explica claramente la política norteamericana orientada por el presidente James Monroe, que tenía como objetivo la anexión territorial de los países emancipados de América Latina, y sus consecuencias futuras. El historiador colombiano confrontó la ideología hispano americanista del Libertador, con la doctrina monroísta del imperialismo norteamericano que al final del siglo XIX dio como resultado el panamericanismo (llamado por él "un instrumento político del monroísmo").
Liévano, plantea a nuestro criterio, la disyuntiva entre los esfuerzos bolivarianos por constituir una fuerte y unida latinoamericana y las fuerzas extrañas que paulatinamente logran romper este itinerario y adueñarse de los recursos de nuestro continente. Liévano Aguirre viene a ser no solo un revisionista de nuestras historias patrias, sino el autor de donde toma cuerpo la nueva historiografía liberal del siglo XX. Si se quiere es un historiador liberal nacionalista que trasciende el marco de su partido liberal colombiano.
Bolivarismo y Monroísmo, constituye, pues la clave para entender los momentos actuales en los que se trata borrar el bolivarismo ante la pasividad pasmosa de los dirigentes de los países liberados por Bolívar. El autor analiza la forma en que se realizó el Congreso de Panamá en 1826 y el fracaso del único proyecto de unidad latinoamericana de la historia del nuevo mundo. A su juicio, los objetivos políticos del Congreso fueron invalidados por la participación velada y otras veces descarnada de los intereses en conflicto y lo que produjeron fue la "balcanización" de los estados del sur frente al fortalecimiento de los estados del norte. Citamos a Liévano Aguirre: "El que la Liga se perfilara, de acuerdo con el pensamiento de Bolívar, como la contrapartida democrática de la coalición conservadora del Viejo Mundo, no sólo dio origen a virulentos ataques de la prensa europea y de los gabinetes de París, San Petersburgo y Viena, sino que indujo al Ministro inglés a llamar a su despacho al representante de Colombia en Londres, para advertirle que el gobierno de Su Majestad no juzgaba conveniente ni deseable que las nuevas repúblicas de Hispanoamérica formaran una alianza fundada en principios populares, principios que constituían un verdadero reto para las cortes europeas." Como consecuencia, "Bolívar debía ser el blanco de todos los ataques de los agentes norteamericanos, porque bien se sabía en Washington que al minar su prestigio se minaba también el prestigio del único hombre resuelto a impedir que en el Sur se creara el vacío de poder que constituía el requisito indispensable para el tranquilo progreso del destino manifiesto de la república norteamericana.
También fueron causa de la discordia estadounidense, la insistencia de Bolívar en considerar el problema de la libertad de los esclavos negros y el proyecto de liberar (por una operación conjunta entre México y Colombia) del dominio español de las la isla de Cuba. La idea Norteamérica siempre fue mantener a Cuba bajo el dominio del decadente imperio español hasta tanto ellos estuvieran listos para adueñarse de la isla.
Lievano Aguirre entendió al Panamericanismo como una idea derivada del Monroismo. Mediante su implementación en América Latina se trata de matizar la esencia verdadera de la política agresiva e injerencista de los Estados Unidos en los países Latinoamericanos. Se trata de mostrar al panamericanismo como un proyecto común de los Estados Unidos y nuestros países hispanos y heredero de las ideas de solidaridad bolivariana.
A partir de entonces fue adoptada la tesis, aún vigente en la OEA, sobre la solidaridad continental y la supuesta "comunidad de intereses" de Estados Unidos y los países latinoamericanos.
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