¿Quiénes deben luchar contra el nuevo coronavirus?
...si el Minsa hubiera dicho las cosas de la manera correcta, las precauciones y cuidados se basarían en el conocimiento y no en el terror.
- Jesús López
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- - Publicado: 13/7/2020 - 12:00 am
Protesta de personal de salud en el Complejo Hospitalario Metropolitano de la Caja de Seguro Social. Esta es una lucha de todos, no de un solo grupo. Foto: EFE.
No han sido pocos los días, a lo largo de mi vida, en los que me he preguntado una y otra vez: ¿Llegará el día en que, en Panamá, se designe a un ministro/a de salud que no sea del sector médico, tales como profesionales de la sociología de la salud, economía de la salud, epidemiología social, psicología social, trabajo social de salud, etc.?
Parece extraño, pero no es absurdo; si algo ha confirmado esta coyuntura, es que se necesita la participación de profesionales de las más diversas ramas del conocimiento.
Habiendo trabajado varios años, como consultor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), estoy seguro de que, si la comisión asesora de salud hubiese estado compuesta por profesionales de muchas otras ciencias y disciplinas, como las ya mencionadas, añadiendo antropólogos, como otro ejemplo necesario, la crisis se habría gestionado mejor.
Especulo que ya estaríamos mejor encaminados hacia una solución que no se vislumbra cercana.
Cuando se trabajan problemas sociales, y la pandemia del nuevo coronavirus lo es, lo primero por entender es que no es un tema exclusivamente médico-biológico; encaminados por esa vereda, resulta prioritario utilizar dos enfoques importantes: 1. sistemas complejos, y el ser humano es, seguramente, el más complejo de todos los sistemas vivos; 2. determinantes sociales (en este caso los de salud).
La salud pública ha crecido lo suficiente como para no tener dudas al respecto e integrar a su quehacer, las acciones y conocimientos provenientes de las ciencias sociales.
Haber dejado el tema en manos de un solo grupo ha resultado en un fallo que, posiblemente, haya agregado dificultades no previstas en vidas y recursos.
La medicina moderna tiene un sinnúmero de especialidades que hacen hincapié en la atención desde lo social, como medicina familiar, medicina comunitaria, psiquiatría comunitaria, que habrían sido útiles para apoyar los esfuerzos del país para combatir efectivamente el problema que ahora tenemos. Por ende, no debe ser visto como un tema médico, sino social.
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Si esto no se comprende estaremos tropezando con el mismo problema; la salud es potestad de todos al mismo tiempo, no unos más que otros; se dejaron de tomar en cuenta otras variables, como las socio-afectivas, las económicas y su impacto social, la diversidad existente en un país altamente heterogéneo, al igual que variables que pueden ser explicadas por métodos matemáticos, por ende debieron incluirse a matemáticos e ingenieros especializados en modelos matemáticos para establecer pautas y normas acerca del uso de los recursos, incluidos los humanos.
Considero que la labor de los comunicadores sociales, junto con psicólogos sociales, trabajadores sociales, es sumamente vital, a fin de ocuparse del estudio de los procesos grupales; no descarto, la participación de profesores de semántica para revisar el alcance, implicaciones y tono de los mensajes que se impartían a diario, que solo fueron efectivos para infundir un miedo más allá de lo que las características del virus establecen; imagino a las personas creyendo que el SARS-Cov-2, es algo así como la densa y destructiva nube que se cernió sobre Egipto, según la tradición religiosa judía, para llevar muerte y destrucción a los egipcios.
En realidad, no es así; sin embargo, hago la salvedad de que, si el Minsa hubiera dicho las cosas de la manera correcta, las precauciones y cuidados se basarían en el conocimiento y no en el terror.
Lo que terminamos viendo fue a varios de los médicos de la comisión, amenazando y asustando, ayudando a instalar ideas ambiguas en la población. Eso demuestra que la comsión debió ser más incluyente.
Para nada habría sido descabellado, incluir a filósofos para trabajar el tema de los imaginarios, y así interpretar, junto con los científicos sociales, el estilo del pensamiento individual y colectivo, desentrañando las representaciones sociales de nuestra población. no bastaba con solo decir: "¡¡¿Qué parte de quédate en casa no entienden?!!", se nota la falta de oficio en el tema social.
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Seguramente, me quedan muchas más profesiones por mencionar, pero todos hacían falta, nadie sobraba. Se trata de un tema de conducta humana, de emociones, no exclusivamente de un virus.
Por no comprender la dimensión humana seguimos en lo mismo con el dengue, el VIH, entre otros males más.
Confío que se comprenda lo que pretendo transmitir, porque también ha faltado la participación real de los representantes de corregimiento, con un trabajo más científico, asistido por distintos sectores profesionales, para apoyar la labor de organización comunitaria, que ha sido nula, pero si desde el propio gobierno, si esto no se comprende, es un verdadero desperdicio.
Además, tiene que velarse que el Mides, como ente rector de las políticas sociales, cuyo objetivo es el fortalecimiento del capital humano, cumpla con esta labor; eso se logra con participación social y organización comunitaria.
Esta es una lucha de todos, no de un solo grupo...
Magíster en psicología social.
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