Cultura
Qué orgulloso me siento de ser chombo
- Julian P. Palacio O./Conferencista y motivador
Quiero comenzar este escrito con una curiosidad, hace un tiempo un amigo me hizo una pregunta que creó un deseo de investigar, él preguntó: ¿De dónde nace la palabra chombo?
Quiero comenzar este escrito con una curiosidad, hace un tiempo un amigo me hizo una pregunta que creó un deseo de investigar, él preguntó: ¿De dónde nace la palabra chombo?
Quiero comenzar este escrito con una curiosidad, hace un tiempo un amigo me hizo una pregunta que creó un deseo de investigar, él preguntó: ¿De dónde nace la palabra chombo? Al igual que muchas otras palabras y nombres de nuestro diario vivir, tal como Arraiján, Perejil, tinaco y otras, esta palabra nació como un anglicismo en el periodo de la construcción del Canal y viene del término young boy.
EL MÁS GRANDE E INDISCUTIBLE ORGULLO QUE TENEMOS TODOS LOS AFRODESCENDIENTES ES QUE FUE LA SANGRE NEGRA LA QUE CONSTRUYÓ EL CANAL DE PANAMÁ.
Cuando llegaron a Panamá los esclavos negros para ofrendar su vida en la construcción más portentosa de la época (la construcción del Canal de Panamá), trajeron mucha gente de las Antillas y escogían a las personas para trabajar de las que tenían a su disposición; los capataces decían bring the young boy, que generalmente eran negros, pero como los antillanos hablaban con su acento se escuchaba algo como “brin the chomboi” y de ahí entonces evolucionó a chombo.
La palabra chombo se ha usado en varias formas, incluyendo maneras despectivas para referirse a la raza negra, pero también el término “chombo” ha sido usado como muestra de cariño, más de una novia enamorada le ha dicho a su pareja: “¡Ay, chombo de mi vida!”, y las expresiones chombito y chombita generalmente se usan con una persona que uno le tiene gran aprecio; todo es cuestión de sentirse orgulloso de lo que es y estar claro de dónde viene y hacia dónde va en la vida.
En todas las familias en Panamá hay un chombo; puede ser padre, hermano, cuñado, sobrino, amigo, o quién sabe, pero la raza y la cultura negra corre por nuestras venas. Yo tengo la bendición de ser “el más blanco de los negros y el más negro de los blancos”, por lo que puedo apreciar la bendición que Dios me dio de ser también parte de la “Black Community”.
La comunidad negra siempre ha hecho y hará sus aportes en la vida nacional; hay nombres imborrables como Rod Carew, Harley Mitchel, Gloria Karamañites, Eileen Coparropa, Susana Jones, Irving Saladino, Alonso Edwards, Basilio, Danilo Pérez, Olga y Alfredo Sinclair (q.e.p.d.) y muchos otros que han llevado el nombre de Panamá por encima de toda rivalidad interna y han sabido ser embajadores de nuestra cultura y orgullo.
Cuenta la tradición popular, llevada por todas las generaciones de boca en boca, que el más grande e indiscutible orgullo que tenemos todos los afrodescendientes es que fue la sangre negra la que construyó el Canal de Panamá. Cuenta la leyenda que eran tantos los muertos durante la construcción de las esclusas que lo que hacían, en vez de sacarlos y hacerles un funeral, era que los repellaban en las paredes de las propias esclusas, es por eso que el Canal es noble, es por eso que el Canal es fuerte y ha soportado tantos años y soportará mucho tiempo más.
Qué alegría debe darnos a todos escuchar un rítmico calipso, o un reggae, o a los Combos Nacionales; qué delicia poder saborear un pescado escabeche, unas torrejas de bacalao, un saus, un patty, un plantain tart (plantintá), un enyuca’o, un pollo con corí (curry) y muchas otras delicias, o ver la elegancia de los hombres y las mujeres cuando iban a la logia o a la iglesia, ataviados con sus mejores galas y su más grande distinción. Incluso, aquí en Panamá hay muchachas de descendencia negra que tienen mejor silueta que la propia Jennifer López.
El chombo panameño siempre se destaca; hay personas muy influyentes en el devenir de la nación que vienen de familias afrodescendientes; hay chombos en la política, la economía, la medicina, la ingeniería y en todos los campos de influencia en nuestro país; todo esto es orgullo para nosotros los chombos panameños y por la misma razón debemos aceptar con agrado nuestras raíces y hacer a un lado los estereotipos basados en el color de la piel; somos muy valiosos y por ello debemos siempre andar con la cabeza en alto.
Quiero invitar a toda la gente panameña a que se una como una sola y puedan alzar las manos en señal de hermandad; no importa si somos blancos, negros, chinos o de cualquier raza. Nuestra cultura es caribeña, es por eso que todos debemos sentirnos chombos y de igual forma sentirnos orgullosos de ser panameños.
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