Pobreza, informalidad
La provincia de Colón y el fracaso del transitismo
El transitismo no es capaz de ofrecer la posibilidad de un trabajo decente a la mayoría de la población de Colón.
- Juan Jované
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- - Publicado: 04/11/2020 - 12:00 am
En una economía de enclave, como la de Colón, una parte importante del excedente económico fluye hacia el exterior. Foto: Archivo. Epasa.
La provincia de Colón tiene una muy elevada inserción en la economía globalizada, la que supera a la observada en el resto de las provincias. En ella se encuentra más de la mitad de las operaciones del Canal, la Zona Libre de Colón, el mayor puerto de América Latina y el Caribe en términos del manejo de contenedores, así como una mina capaz de exportar cerca de $2,000.0 anualmente.
Los defensores del transitismo podrían alegar que la eficacia de este sería fácil de demostrar, recordando que en 2018 el producto interno bruto anual, por persona en Colón, fue de $ 22,259.8, el más alto del país y superior en 35.4% al de la provincia de Panamá. Sin embargo, el PIB solo muestra la riqueza que se genera en una zona geográfica, no expresa en qué medida la misma es apropiada por los habitantes de esta. Ahí empiezan los problemas.
Si se compara el ingreso medio de los hogares de la provincia de Colón con el de la provincia de Panamá se observa que este es inferior en 36.9%. Así mismo es cierto que la incidencia de la pobreza multidimensional de la provincia de Colón supera en 92.9% a la observada en la provincia de Panamá.
El transitismo no es capaz de ofrecer la posibilidad de un trabajo decente a la mayoría de la población de Colón. En agosto del 2019, la tasa de desempleo de la provincia de Colón fue de 12.1%, mientras que la de la provincia de Panamá fue de 8.1%, en el caso de la informalidad esta alcanzó a 45.2% de la población ocupada en actividades no agrícolas en la primera de estas provincias, mientras que en la segunda este indicador fue de 39.0%.
En relación con la subocupación, la provincia de Colón mostró una tasa superior en 8.3 puntos porcentuales a la de la provincia de Panamá.
En referencia a las remuneraciones se puede añadir que los asalariados residentes en la provincia de Colón muestran una mediana de salarios mensual inferior en 12.8% a los de la provincia de Panamá. Peor aún, la mediana del salario del asalariado residente en Colón es inferior en 7.7% a la observada para el conjunto del país.
Para explicar la dramática situación de la provincia de Colón se deben destacar dos fenómenos del transitismo.
En primer lugar, el carácter de enclave de cada uno de los elementos que la vinculan con el exterior, lo que genera poco impacto sobre el conjunto de la economía. Además, ninguno de estos se encuentra, tomando en cuenta el reciente trabajo de Minzer y Orozco titulado "Análisis estructural de la economía panameña: el mercado laboral", entre los sectores con un elevado impacto directo e indirecto sobre el empleo.
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A esto se debe sumar el hecho de que en una economía de enclave, como la de Colón, una parte importante del excedente económico fluye hacia el exterior. Es así, por ejemplo, que en la Zona Libre durante el año 2018, se observó un total de pagos netos al exterior por renta del capital de $425.9 millones y una fuga de capitales de $225.7 millones.
El segundo problema se refiere al llamado "colonialismo interno": la cercanía al mercado más grande, esto es la provincia de Panamá que una parte del excedente generado en Colón se invierta fuera de la provincia. A esto se debe agregar que la política fiscal que, si bien, se alimenta de los impuestos de Colón, solo dirige el 3.4% del total de inversiones públicas a esta provincia que genera el 17.8% del PIB del país.
Todo esto demuestra la perversidad del modelo transitista – minero y su inutilidad para resolver los principales problemas del país.
Economista.
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