Primeros auxilios
Publicado 2004/09/21 23:00:00
Los primeros auxilios procuran atender las necesidades físicas, sociales y psicológicas de los heridos o enfermos. La Cruz Roja Panameña ha cumplido con el compromiso de proteger y salvar vidas desde 1917.
Todos somos vulnerables y a la vez capaces de brindar los cuidados básicos a nuestro prójimo cuando lo requiera, por lo que es necesario capacitarnos en la materia. Todos podemos y debemos aprender los primeros auxilios. Son técnicas básicas, de sencillo aprendizaje, aplicación segura y fáciles de recordar.
Las personas comunes y corrientes son las que a diario enfrentan los accidentes o desastres, situaciones en las cuales su intervención representa la diferencia entre la vida y la muerte o una rápida recuperación para los heridos.
En nuestra nación, la Cruz Roja ha sido por tradición la entidad líder en la formación y capacitación en los primeros auxilios, y hoy, la institución renueva su compromiso en esta materia, invitando a la comunidad para que solicite una charla o curso sobre la materia. También reconocemos y exhortamos a otras instituciones y entidades como el Cuerpo de Bomberos y el SINAPROC, entre otros, que igualmente capacitan en Primeros Auxilios.
Además, es el momento oportuno para hacer un llamado a los rectores del Estado, con el fin de que se incorpore la enseñanza " Primeros Auxilios y la Prevención de Accidentes" en nuestro sistema educativo.
Sigamos el ejemplo de las sociedades del primer mundo, las cuales hace rato se han percatado que cifrar las esperanzas en la disminución de las estadísticas de accidentes no es suficiente. Requerimos educar y concienciar a nuestra población, lo cual se puede lograr incorporando la enseñanza de los primeros auxilios y la prevención en todos los niveles.
Los primeros auxilios constituyen un gesto solidario, una ayuda mutua que trasciende las diferencias y que se apoya en conceptos universales como el respeto a la dignidad humana. Sea parte de los que hacen la diferencia protegiendo y preservando la vida.
Un grupo considerable de población urbana es vulnerable o está en riesgo de pobreza, pues viven justo sobre la línea de pobreza total. Al mismo tiempo son vulnerables a las amenazas de calamidades como las inundaciones del pasado viernes.
Los menores de 18 años representan cerca de la mitad de los habitantes urbanos pobres. Esto tiene implicaciones generacionales graves. En San Miguelito existen 90,100 personas pobres de 300 mil habitantes que aproximadamente componen el distrito especial, es decir el 40% de los pobres urbanos del país.
La mayoría vive en casas individuales y no tiene títulos de propiedad de la vivienda. La invasión es uno de los medios predilectos de obtener terreno para casas. La tercera parte vive en casas de paredes de madera o precarios. Un 22% de las casas tiene piso de tierra. Tiene menos de tres habitaciones con promedio de tres persona por pieza. Dos terceras partes trabajan autoconstrucción usando ahorros, ayuda familiar y amical, y en último lugar, el crédito que es escaso, pero muchas de esas casas están situadas en áreas de riesgo y construidas sin la seguridad adecuada para enfrentar las adversidades de las catástrofes.
Las viviendas populares se agrupan en tres categorías. Las barriadas de emergencia, las áreas de vivienda construidas por el sector privado o gubernamental, y las áreas centrales en deterioro. Las dos primeras son susceptibles a las inundaciones y derrumbes, y la tercera a los incendios y desplomes dada la decrepitud y el abandono de las edificaciones. Es necesario enfrentar esto con una estrategia de desarrollo urbano sobre la base de un ordenamiento territorial, una reforma urbana sostenible integral, y hacerle frente decididamente a la pobreza.
([email protected])
Todos somos vulnerables y a la vez capaces de brindar los cuidados básicos a nuestro prójimo cuando lo requiera, por lo que es necesario capacitarnos en la materia. Todos podemos y debemos aprender los primeros auxilios. Son técnicas básicas, de sencillo aprendizaje, aplicación segura y fáciles de recordar.
Las personas comunes y corrientes son las que a diario enfrentan los accidentes o desastres, situaciones en las cuales su intervención representa la diferencia entre la vida y la muerte o una rápida recuperación para los heridos.
En nuestra nación, la Cruz Roja ha sido por tradición la entidad líder en la formación y capacitación en los primeros auxilios, y hoy, la institución renueva su compromiso en esta materia, invitando a la comunidad para que solicite una charla o curso sobre la materia. También reconocemos y exhortamos a otras instituciones y entidades como el Cuerpo de Bomberos y el SINAPROC, entre otros, que igualmente capacitan en Primeros Auxilios.
Además, es el momento oportuno para hacer un llamado a los rectores del Estado, con el fin de que se incorpore la enseñanza " Primeros Auxilios y la Prevención de Accidentes" en nuestro sistema educativo.
Sigamos el ejemplo de las sociedades del primer mundo, las cuales hace rato se han percatado que cifrar las esperanzas en la disminución de las estadísticas de accidentes no es suficiente. Requerimos educar y concienciar a nuestra población, lo cual se puede lograr incorporando la enseñanza de los primeros auxilios y la prevención en todos los niveles.
Los primeros auxilios constituyen un gesto solidario, una ayuda mutua que trasciende las diferencias y que se apoya en conceptos universales como el respeto a la dignidad humana. Sea parte de los que hacen la diferencia protegiendo y preservando la vida.
Un grupo considerable de población urbana es vulnerable o está en riesgo de pobreza, pues viven justo sobre la línea de pobreza total. Al mismo tiempo son vulnerables a las amenazas de calamidades como las inundaciones del pasado viernes.
Los menores de 18 años representan cerca de la mitad de los habitantes urbanos pobres. Esto tiene implicaciones generacionales graves. En San Miguelito existen 90,100 personas pobres de 300 mil habitantes que aproximadamente componen el distrito especial, es decir el 40% de los pobres urbanos del país.
La mayoría vive en casas individuales y no tiene títulos de propiedad de la vivienda. La invasión es uno de los medios predilectos de obtener terreno para casas. La tercera parte vive en casas de paredes de madera o precarios. Un 22% de las casas tiene piso de tierra. Tiene menos de tres habitaciones con promedio de tres persona por pieza. Dos terceras partes trabajan autoconstrucción usando ahorros, ayuda familiar y amical, y en último lugar, el crédito que es escaso, pero muchas de esas casas están situadas en áreas de riesgo y construidas sin la seguridad adecuada para enfrentar las adversidades de las catástrofes.
Las viviendas populares se agrupan en tres categorías. Las barriadas de emergencia, las áreas de vivienda construidas por el sector privado o gubernamental, y las áreas centrales en deterioro. Las dos primeras son susceptibles a las inundaciones y derrumbes, y la tercera a los incendios y desplomes dada la decrepitud y el abandono de las edificaciones. Es necesario enfrentar esto con una estrategia de desarrollo urbano sobre la base de un ordenamiento territorial, una reforma urbana sostenible integral, y hacerle frente decididamente a la pobreza.
([email protected])
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.