Pobreza multidimensional en Panamá y la búsqueda de una sociedad justa
- Azihra Valdés Madrid
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- Directora de Dipred
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- - Publicado: 14/11/2024 - 12:00 am
Para la mayoría de las personas la pobreza se traduce en falta de dinero. Sin embargo, enfocarse solamente en recursos económicos, no es suficiente para capturar la verdadera realidad de la pobreza. Investigar la realidad de esas mismas personas nos lleva a concluir que su experiencia va mucho más allá puesto que un individuo puede sufrir múltiples desventajas al mismo tiempo, generalmente determinadas por el lugar donde nace, el género o la etnia a la que pertenece.
Entre otros, es la falta de acceso a la salud y a la educación, nutrición, bienes y servicios básicos, condiciones que en su conjunto los expertos denominan Pobreza Multidimensional.
Esta realidad nace en los años ochenta del concepto propuesto por Amartya Sen (economista y catedrático universitario reconocido por sus trabajos sobre las hambrunas, la teoría del desarrollo humano, la economía del bienestar y los mecanismos subyacentes de la pobreza) y se refiere a "la libertad que tiene el individuo de poder acceder a aquello que quiere hacer" por lo que necesita una serie de capacidades más allá del dinero.
Para saber cómo combatir la pobreza es fundamental medirla. Al hacerlo se revela quiénes son pobres y de qué manera lo son, o sea, las diferentes desventajas que experimentan, además es importante desglosarla para revelar el nivel que alcanza en diferentes zonas de un país y a cuáles sub-grupos de su población afecta.
Este estudio es complejo y requiere más que contar el número de pobres. Para lograr un amplio y efectivo portafolio de políticas o intervenciones hay que tomar en cuenta características y dinámicas naturales como la geografía o el clima, o humanas como la cohesión social, organización institucional, historia colonial, tecnología, entre muchas más.
El Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) es una herramienta estadística que hoy se aplica para entender la situación en la que viven 6.000 millones de personas en más de 100 países en vías de desarrollo (cifras de la Organización de Naciones Unidas, ONU). Se estudia su situación en base a tres dimensiones, que a su vez se dividen en 10 indicadores diferentes.
* Salud. Indicadores de mortalidad infantil por familia y el acceso a la nutrición.
* Educación. Cálculo en base a los años de escolarización de los miembros del hogar y al número de niños en edad escolar que asisten al colegio.
* Calidad de vida (seis indicadores): acceso a electricidad, a saneamiento, a agua potable, suelo de la vivienda, combustible en el hogar y bienes materiales como radio, televisión, teléfono o medio de transporte.
En 2015 la ONU adoptó la "Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible", un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que plantea 17 objetivos basados en la movilización de los medios necesarios para su implementación mediante una estrategia comprometida con los más pobres y vulnerables en las esferas económica, social y ambiental.
Panamá se sumó a dicha Agenda y en 2023 se realizó el primer IPM empleando los datos del Censo Nacional de Población y Vivienda, a fin de construir un perfil de bienestar para 82 distritos y 699 corregimientos, incluyendo áreas comarcales. El ejercicio identificó los 300 corregimientos con mayores indicadores de privación y profundidad de la pobreza.
Estos indicadores nos permiten determinar cuáles estrategias funcionan para reducir la pobreza, cuáles no y evaluar su dinámica en el tiempo, puesto que los desafíos cambian de forma dinámica como resultado de las múltiples crisis en el mundo, por ejemplo la reciente pandemia.
Pero la pobreza no es algo ajeno a los países desarrollados, ni mucho menos. De acuerdo con UNICEF, en 40 de los países más ricos del mundo 1 de cada 5 niños vive en pobreza. La tasa más baja es de Dinamarca, donde aun así el 9,9 % de los niños son pobres.
Con el primer informe de 2023 iniciamos el camino hacia un Panamá más equitativo, reto que requiere de la colaboración gobierno, sector privado, sociedad civil, academia y comunidades organizadas.
La enseñanza es que si investigamos la pobreza adecuadamente, podremos lograr una sociedad justa, estableciendo estándares independientemente del lugar donde se nace, si la persona es hombre o mujer o la etnia a la que pertenece.
Medir la pobreza multidimensional de cada hogar es fundamental para diseñar estrategias precisas que permitan reducirla y así mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Conseguiremos que ninguna de las características adquiridas en el momento de nacer influya en nuestras posibilidades de futuro y de ser lo que queramos ser.
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