Peligro radiactivo ¿cómo evitarlo?
- Ginela Escala M./
No es ciencia ficción. El transporte de naves con desechos nucleares y de plutonio a través del canal involucra riesgos significativos para la gente y el ambiente de nuestro país. Estos materiales son extremadamente peligrosos. La dosis letal del plutonio es de 0.08 miligramos. Un tránsito por el canal con desechos de alta actividad radiactiva podría contener 22 toneladas que podría aniquilar a millones de personas. Sin embargo, ni siquiera se cuenta con un estudio de impacto ambiental.
Informes científicos señalan que un accidente grave que involucre un transporte de plutonio o de desechos nucleares podría provocar una contaminación radiactiva significativa y de larga duración del medio ambiente.
Los seres humanos y los animales que estén en la dirección del viento proveniente del accidente serian víctimas de la precipitación y de la inhalación de las partículas radiactivas, que además ocasionaría la contaminación radiactiva de los alimentos y del agua.
Las comunidades afectadas sufrirían evacuaciones y descontaminación masiva. Las industrias de pesca, agricultura y turismo serían afectadas adversamente, sino destruidas, por los temores públicos sobre la contaminación.
Como lo ha demostrado la explosión del reactor de Chernobyl, los efectos de los desastres nucleares son amplios y afectan las generaciones presentes y futuras. Es decir los materiales nucleares seguirían siendo un contaminante ambiental mortífero por decenas o cientos de años.
¿Puede suceder? Como actividad humana el tránsito de buques está sujeto a accidentes, como el del buque Neápolis (24 de enero de 2001), el Jag Rekha (7 de enero de 2001), Exxon Valdez (24 de marzo de 1998), el submarino Kursk (12 de agosto de 2000), el Pool Fisher (1979), el Prestige (19 de noviembre de 2003) en las costas de Galicia, Amoco Cádiz (1978), y Argo Merchant (1976), entre otros.
A estos se han opuesto organizaciones regionales, como el Centro de Coordinación para la Prevención de Desastres Naturales del Sistema de Integración Centroamericano, la Asociación de Estados del Caribe, CARICOM (Comunidad del Caribe), el Foro de Presidentes de Poderes Legislativos de Centroamérica y la Cuenca del Caribe, el Grupo Río, el “Grupo de Estados del Pacífico, Caribe y África”, el Tribunal Latinoamericano del Agua, y ya están prohibidos en Argentina y Chile.
¿Cómo podemos evitarlo? Apoyando el ante-proyecto de ley 80 que promueve el incansable Raúl Escoffery, que prohíbe el tránsito de materiales altamente radiactivos por Panamá y que dice así: Artículo 1. Se prohíbe el tránsito de combustible nuclear irradiado, plutonio y desechos de alta actividad radiactiva por todo el territorio de la República. Artículo 2. Se exceptúa de esta ley el plutonio de uso médico. Artículo 3. La presente ley deroga cualquier otra disposición que le sea contraria. Artículo 4. La presente ley comienza a regir a partir de su promulgación.
Para aprobarlo, es necesario el apoyo de la sociedad civil, por lo que pedimos enviar una nota a su nombre o el de su organización a la H.D. Dalia Bernal, (dbernal@asamblea.gob.pa), Presidenta de la Comisión de Población, Ambiente y Desarrollo de la Asamblea Nacional, solicitando la aprobación del ante-proyecto de Ley 80 que prohíbe el tránsito de materiales altamente radiactivos por Panamá. Favor enviar una copia de su carta a Raúl Escoffery:raul_escoffery@yahoo.com. El objetivo es protegernos de los peligros catastróficos a causa de los incidentes posibles. (raulleisr@hotmail.com)
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