Diputados
Partidas, 'repartidas'
- Bernardina Moore [email protected]
... el pueblo merece respeto y que le informen en qué se gastan sus impuestos, es una cuestión de justicia y honestidad y un deber de todo funcionario ser transparente en sus funciones
Muchos no tienen ni idea de cómo se administra una partida para mejorar una situación en una comunidad.
Se ha desatado una pedidera de partidas que estamos intrigados porque no vemos dónde van a parar, la población sigue esperando soluciones a los reclamos que diariamente hacen con la esperanza de que con tantas “partidas” se resuelvan sus necesidades.
Lo que no está claro es quién supervisa el uso que le dan a este dinero supuestamente destinado para un fin específico, para tener acceso a dicha partida presentan cualquier cantidad de proyectos que al fin de cuentas nunca se cumplen y las supuestas partidas quedan “repartidas” no sabemos en manos de quién.
Los funcionarios, algunos, cada día aplican a sus actos el menta’o juegavivo y a la hora de rendir cuentas, Blanca Nieves se perdió en el bosque y no se sabe dónde está.
Y nos ven a todos con una argolla no solo en la nariz, sino también en otras partes, como un insulto a nuestra inteligencia.
VEA TAMBIÉN: El derecho al honor en democracia
Muchos no tienen ni idea de cómo se administra una partida para mejorar una situación en una comunidad y convierten la partida en una caja menuda.
Hagamos una vista panorámica de lo prioritario con urgencia de solución, escuelas en muy mal estado, comunidades sin solución de agua potable, familias viviendo en ranchitos de zinc y cartón que por la misericordia de Dios no las ha volado un vientecito.
Este país está dividido de tal forma que a los que les sobra quieren más y los que nada tienen desean lo que a otros les sobra, así de sencillo, por eso le dan duro con el palo a la piñata para ver quién recoge más.
Señores, me perdonan, pero esto es serio, porque se trata de nuestros impuestos que algunos se quieren llevar a sus bolsillos, el pueblo está despertando y poco a poco hasta el más humilde percibe que algo anda mal con las finanzas, ya hasta en los lugares más apartados salen a reclamar mejoras para sus comunidades como mejores caminos para llegar a sus humildes jacalitos, aunque sea una pluma comunal para tener agua potable y si le mejoran de esa forma su calidad de vida ellos se conforman, pero ni eso le dan y todos los días se oye la misma cantaleta pidiendo partidas no de un milloncito, ahora las cifras van subiendo como en teletón.
VEA TAMBIÉN: Panamá, la número 21 entre las ciudades más caras del mundo
Ya es tiempo de ponerle el freno de mano a esta situación porque todos quieren ser juez y parte y así no funcionan las cosas, no podemos poner a las zorras a cuidar a las gallinas, recuerden que los bellacos triunfan mientras los bueyes mansos estén amarrados.
En estos momentos hay que buscar con lupa quiénes tienen buena intención de servir porque cada día sale uno hablando cualquier atorrancia que deja perplejo a más de cuatro, el pueblo merece respeto y que le informen en qué se gastan sus impuestos, es una cuestión de justicia y honestidad y un deber de todo funcionario ser transparente en sus funciones por ser una figura que maneja fondos que no le pertenecen, así de sencillo, no comprendemos cuál es el problema para gastar y rendir cuentas como el niño que la mamá lo manda al chinito con un dólar y debe decir cuánto gastó y que el vuelto esté exacto, conforme a la cantidad que le dieron, no veo cuál es el problema que tienen los funcionarios con sus cuentas.
No entiendo.
Aquí lo que pasa es que muchos están desubicados, no son idóneos para lo que hacen, por eso no logran desenredar la madeja y cada vez se enredan más. Si piden partidas tienen que saber que centavo que gasten, deben justificarlo con hechos, facturas y recibos y evitar el morbo a los contribuyentes, la cosa no es pedir partida por pedir, sino ser responsable al usarla y todos contentos.
Escritora
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.