Parece que nos hemos olvidado de nuestra casa común
Al calentarse los océanos se da el vapor de agua, que es un gas de efecto invernadero y es más importante que el CO2.
- Manning Maxie Suárez
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- - Publicado: 23/8/2020 - 12:00 am
La superficie de los océanos se está haciendo más y más ácida, a medida que la concentración de CO2, disuelto en ellos, se eleva. Foto: EFE.
El 24 de mayo del año 2015, monseñor Jorge Mario Bergoglio, mejor conocido como el Papa Francisco, sorprendió al mundo entero cuando firmó su segunda encíclica papal llamada “Laudato Sí” (Alabado seas) dentro del marco de la Solemnidad de Pentecostés, y presentada al mundo el 18 de junio del mismo año.
La temática central de esta encíclica es el cuidado del Planeta Tierra o, mejor dicho, como él la denomina: “Nuestra Casa Común”.
En esta encíclica el papa nos dice: “El cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad. Los peores impactos probablemente recaerán en las próximas décadas sobre los países en desarrollo”.
Resumiendo, muchos pobres se verán afectados en las reservas naturales y de los servicios ecosistémicos, como la agricultura, la pesca y los recursos forestales. No podrán adaptarse a los impactos climáticos o hacer frente a situaciones catastróficas, pues poseen poco acceso a servicios sociales y a protección.
Veremos por los cambios del clima, migraciones de animales y vegetales que no siempre pueden adaptarse, y esto a su vez afecta los recursos productivos de los más pobres, quienes también se ven obligados a migrar con gran incertidumbre por el futuro de sus vidas y de sus hijos. Habrá un aumento de los migrantes huyendo de la miseria empeorada por la degradación ambiental, que no son reconocidos como refugiados en las convenciones internacionales y llevan el peso de sus vidas abandonadas sin protección normativa alguna.
“Lamentablemente hay una general indiferencia ante estas tragedias, que suceden ahora mismo en distintas partes del mundo. La falta de reacciones ante estos dramas de nuestros hermanos y hermanas es un signo de la pérdida de aquel sentido de responsabilidad por nuestros semejantes sobre el cual se funda toda sociedad civil.” Laudato si # 25 (Alabado seas).
Unos amigos me decían de manera chistosa, cuando tocábamos el tema, que esas cosas pasarían, pero no ahora, tal vez en doscientos o trescientos años y no aquí, eso es en otros países como los países de Europa y los Estados Unidos y a manera de chiste me decían acuérdate que “Dios es panameño”, esta es una tierra bendecida.
Ante la gran indiferencia de parte de la gran mayoría de los ciudadanos del mundo estamos llegando a un punto de inflexión o como algunos científicos llaman el “Tipping point ahead”. Hoy estamos viviendo el efecto Albedo, es decir, cuando las sustancias blancas reflejan más radiación solar que las oscuras, y a medida que el calentamiento global derrite el hielo y la nieve, quedan atrás, océanos y tierras que son más oscuros, absorbiendo el calor en vez de reflejarlo y así aumentan el calentamiento el cual, a su vez, derrite más hielo y más nieve, y así sin parar.
Al calentarse los océanos se da el vapor de agua, que es un gas de efecto invernadero y es más importante que el CO2.
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Aunque algunos científicos dicen que no estamos emitiendo directamente mucho vapor de agua, pero la verdad es que a medida que el planeta se calienta, la evaporación aumenta, elevando la humedad y engrosando la cubierta térmica de la tierra, la cual eleva la temperatura que aumenta la evaporización, y esto se da una y otra vez.
Otra realidad, es lo que está sucediendo con la capacidad de la tierra y los océanos de absorber parte de nuestras emisiones de CO2. Sabían ustedes que, normalmente la mitad del CO2 emitido, cada año, por la actividad humana es reabsorbido por una combinación de bosques, plancton y el océano mismo.
Pero la superficie de los océanos se está haciendo más y más ácida, a medida que la concentración de CO2, disuelto en ellos, se eleva.
Al mismo tiempo, la temperatura del agua en la superficie también aumenta formando una capa de agua ácida que se extiende sobre la superficie del océano, matando el plancton, que fija el CO2 de la atmósfera. Peor aún, el agua cálida retiene menos CO2 que el agua fría. Así que cuando se calienta comienza a liberar parte del CO2 que había absorbido.
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Este como otros procesos que se están dando hoy, como la relación existente entre el gas metano, la criosfera terrestre y los océanos son temas que nos ponen los pelos de punta sobre lo que nos espera si no actuamos pronto en favor de nuestra “Casa Común”.
Si no actuamos rápido el problema de la pandemia va ser un chiste ante estos problemas mayores que ya están aquí.
Los invito a ver el siguiente video, que explica, más profundamente, el problema y de manera muy gráfica puede guiarnos hacía una posible solución.
https://www.youtube.com/watch?v=VnyLIRCPajM
Sacerdote y Ecoteólogo.
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