Análisis
Para una mejor educación nacional de calidad
- Paulino Romero C.
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La educación es una gran empresa que nos compromete a todos los panameños; que compromete al Gobierno por la responsabilidad que incumbe al Estado...
![La educación nacional pareciera haberse detenido, anclado.](https://www.panamaamerica.com.pa/sites/default/files/imagenes/2018/07/27/estudia_opt_0.jpg)
La educación nacional pareciera haberse detenido, anclado.
El país deplora con pesar, angustia y decepción colectiva la profunda crisis educativa por la que atraviesa el país en los últimos 15 años (comprendidos entre el 2003 y 2018) porque, pese al gasto multimillonario "perdido" asignado a la Educación en ese lapso, los resultados han sido generalmente improductivos, decepcionantes, por no decir negativos.
La educación nacional pareciera haberse detenido, anclado, durante el tiempo indicado.
Urge retomar en adelante, de parte del Gobierno, de los educadores y de toda la comunidad nacional, el serio compromiso que juntos debemos asumir frente a la crisis educativa que padecemos en todos los niveles de nuestro sistema educacional.
Tenemos que abrir de una vez los canales y concretar los impulsos, los sistemas, los servicios, las posibilidades para que todo niño sea una esperanza más, una seguridad mayor de realización y de avance en la vida del país, y no la amenaza de lo que pudo ser muy bueno y se convirtió en una rémora difícil de vencer, y al fin y al cabo, en cuestión lacerante para el desarrollo de nuestra nación.
Los maestros y profesores panameños no son ni quieren ser unos autómatas repetidores de lecciones a tiempo cronometrado, sino una inteligencia ávida de mayores conocimientos y un corazón desbordante de amor para la creación de todo lo bueno y de todo lo noble de que es capaz el niño y el joven panameño.
Tenemos que abrirles a nuestros hijos y a nuestros alumnos la visión clara de un mundo nuevo que no será construido a través de la violencia y de la sangre, que no será realizado a través de la mezquindad y del odio, que no podrá lograrse con el menosprecio de valores fundamentales como los que el cristianismo ha defendido y representa en la dignidad, en la libertad y en la integridad del ser humano, sino que podrá ser construido y logrado y realizado en la medida en que la fuerza del entusiasmo sea canalizada a través de nobles objetivos, en forma constructiva, leal, generosa, depurado de mezquindad y de odio el corazón del hombre.
Tengamos claro que entre la educación pública y la educación particular no hay fronteras, no hay ni puede haber hostilidad, sino que debe existir la conciencia de una tarea común.
La educación es una gran empresa que nos compromete a todos los panameños; que compromete al Gobierno por la responsabilidad que incumbe al Estado, que compromete a quienes, en virtud de un ideal superior, dedican su vida con abnegación y generosidad al noble ejercicio docente; que compromete también a los padres de familia, sin cuya colaboración todos los esfuerzos educativos se estrellarían.
En el deporte, por ejemplo, podemos estimular a la gente, tanto del sector público como del privado, para que consideren como objetivo nacional el deporte; que estimen que el tiempo que puedan conceder a un atleta para su participación en un certamen es tiempo precioso, es un tiempo útil que no se pierde, sino que representa una verdadera ganancia para el país en general, para la formación de la juventud.
Concluyamos. ¡Lo que se invierte en la educación, cuando la educación es provechosa, cuando la educación tiene éxito, cuando despierta y promueve las capacidades potenciales de los individuos, no son gastos perdidos, son gastos de inversión y estos gastos crecen necesariamente!
Pedagogo, escritor, diplomático.
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