Opinión
'The Panama files & Marco Rubio'. Parte II
- José Richard González Rivera
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- Cirujano subespecialista
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La consolidación de China como gran potencia descansa en dos pilares: por un lado, el desarrollo de su poder económico y, por otro, el poder militar. China ha gastado mucho dinero en la modernización de su ejército en los últimos años, que se ha hecho mucho más letal. Su gran ambición es conseguir proyectarse mundialmente, para lo que precisa de puertos —como el del Pireo, en Grecia y Balboa en Panamá— y bases —como la establecida en Yibuti, en el Cuerno de África—, pero para ello necesita consolidar puntos de apoyo regional: La Nueva Ruta de la Seda (o IFR) y "el futuro común de la humanidad".
En 2017, El Salvador, Panamá y República Dominicana figuraban entre los 18 países que reconocían la soberanía de Taiwán, a quien China considera provincia separatista. Unos años más tarde, y a costa de generosos préstamos y proyectos de infraestructura, y por medio de 'lobby' que ofrecieron los comerciantes y empresarios panameños; los tres Estados rompieron relaciones diplomáticas con Taipéi.
¿Qué sabe Marco Rubio? El ejemplo de Kenia y el Ferrocarril Mombasa-Nairobi Standard Gauge Railway, que comenzó a operar en mayo de 2017. Un artículo publicado en The Economist señala que el ferrocarril de 3 200 millones de dólares "puede que nunca haga dinero". Se suponía que la nueva línea ferroviaria transportaría algo así como 40 por ciento de la carga del puerto de Mombasa, pero en su primer mes solo trasladó dos por ciento. Un estudio del Banco Mundial de 2013 calculó que "la nueva vía ferroviaria será viable solo si puede mover cuando menos 20 millones de toneladas al año, casi todo lo que pasa por el puerto de Mombasa. Cuando mucho, transportará la mitad de eso". Ya existen pruebas de que la vía férrea no será sustentable, y si no recibe mantenimiento adecuado quizá no dure mucho tiempo. Sin embargo, la deuda de Kenia con la Nueva Ruta de la Seda Digital del partido comunista chino, que financiaron y construyeron la obra, sí durará, y crecerá debido a los intereses.
En 2021 Kenia intentó negociar el retraso del pago de intereses del proyecto financiado. Después de que el FMI aprobara un préstamo de 2.300 millones de dólares, Pekín, sin embargo, comenzó a no cumplir con sus obligaciones de pago a otros contratistas chinos en diversos proyectos en el país. Como resultado, los subcontratistas y suministradores keniatas dejaron de recibir sus pagos respectivos. A finales de 2021, el gobierno de Nairobi anunció que no negociaría una extensión de los pagos del crédito chino y efectuó un pago de 761 millones de dólares para paliar la deuda del proyecto.
Marco Rubio sabe que el problema no es la ausencia de vías férreas (infraestructura) per se en Panamá, sino la ausencia de valor (innovaciones) para mover en esa vía. El proyecto de Mulino no es sostenible, aunque mueva y siembre todos los cerros de Chiriquí, Veraguas y Bocas juntos, pero la deuda la terminaríamos pagando a China con las tierras raras y cobre de Cerro Colorado.
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