Odorico Tartaglia y el Franciscanismo Primaveral
El Seráfico Padre reciba tu alma y la presente aquilitada, como oro precioso, ante quien pedirá cuentas no por sabios y abstrusos pensamientos o grandes empresas realizadas, sino por haber alimentado al hambriento, dado agua al sediento, vestido al desnudo y visitado al preso.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.