Ministerio Público y el nuevo procurador
No se eleve en soberbia ni pierda su sencillez... no pierda de vista que los puestos en el Estado son transitorios, provisionales, no son eternos, en consecuencia, mantenga esto presente, al final de la jornada, el mejor premio será la satisfacción del deber cumplido con altruismo y entrega en bien de la Patria
- Silvio Guerra Morales
- /
- [email protected]
- /
- - Publicado: 13/12/2019 - 12:00 am
No han pasado sino unas cuantas horas desde que fue designado Procurador General de la Nación el licenciado Eduardo Rubén Ulloa y, aún sin tomar posesión, ya se han levantado algunas voces que se articulan en grupitos de poder, como ocurrió en el pasado gobierno, de ingrata recordación, instando, sin disimulo alguno, a que continúe con la despiadada persecución penal y la justicia selectiva de las que fueron víctimas no pocas personas y empresarios en este país y que aún no para, no cesa.
Empinados en nombre de la justicia, son ellos los que alientan al nuevo inquilino del Ministerio Público a que atienda los "casos de alto perfil" y que demuestre su independencia e imparcialidad.
Coincidimos en esto último, independencia e imparcialidad, objetividad y denuedo sin par.
Pero es que la justicia y la independencia a las que se refieren, sin duda alguna, no es la que el pueblo clama, sino aquella que mejor se acomode a los intereses de ellos y a los intereses que representan como grupos.
VEA TAMBIÉN: Nada más hipócrita que los gobiernos estatales
Ellos demandan una justicia penal que bien podría ser caracterizada por las siguientes notas: Que mire tan solo a sus enemigos, pero no a sus amiguitos de compinches ni de clubes u organizaciones; que ataque, de modo frontal, a los empresarios que compiten en sus negocios, pero no aquellos que les son afines o que se encuentran aliados por lazos de sangre o de parentesco por afinidad; una justicia penal que aborde los casos desde la perspectiva de la política y no desde la perspectiva propia y esencial de la Ley; una justicia penal que siga los lineamientos de imposiciones foráneas o de dictámenes ocurridos o producidos en otras latitudes y no de nuestra propia tierra o cultivo nacional; de una justicia penal que tan solo acuse a los enemigos o detractores del poder y no a los que estando en el poder o que estuvieron en él, cometen delitos, y simple y sencillamente "nada ha pasado".; de investigaciones y expedientes o carpetillas que fueron orquestados para manipular, intimidad, causar miedo o pánico entre los ciudadanos, como bien lo dejaron plasmado los mensajes de los "Varelaleaks"; de una justicia penal que no ataque ni investigue el cerro de delitos que se encuentran inmersos en las noticias criminales que se recogen en los "Varelaleaks"; una justicia penal que se enorgullezca de cuántos hijos de la cocinera y de la que plancha, solo por poner ejemplos, van a las cárceles y que se pudran en las rejas de nuestras prisiones; una justicia penal que al hijo del opulento y del ricachón cuando comete un crimen no los toque, sino que sea remilgosa y mojigata; una justicia penal que cuando alguien con poder comete un delito los mire como "intocables", vacas sagradas, pero que en cambio cuando el pobre es el que lo ha perpetrado caiga sobre él todo el peso de la Ley, en fin.
VEA TAMBIÉN: Por qué y para qué una Asamblea Constituyente
El discurso de la "objetividad de la Ley" se pierde en este marasmo de defensores y detractores del sistema y hemos olvidado una cuestión esencial o sencilla, para advertir o analizar el problema de la justicia penal: Simplemente atiéndase y aplíquese el contenido de la norma, y no apartase de ella para atender cuestiones ajenas al alto y noble sentido del derecho y de la justicia.
Al amigo Eduardo Ulloa, a quien conozco hace tantos años, y de quien puedo testimoniar su nobleza de espíritu, inteligencia aguda y humildad soberana, nuestras felicitaciones y, como amigo, me permito sugerirle algunos breves y sinceros consejos: No se eleve en soberbia ni pierda su sencillez.
Quienes caen en ello terminan perdiendo el norte de sus principios y de sus metas; no permita siquiera que se alleguen a usted los que especulan y trafican las influencias de los altos cargos en el gobierno tan solo para sacar provecho y ventajas propias; en cambio, escuche al que sin interés alguno se pone a su disposición para engrandar al tan caído Ministerio Público; escuche, siempre escuche, pues el que sigue consejos, dicen nuestros abuelos "llega a viejo"; no pierda de vista que los puestos en el Estado son transitorios, provisionales, no son eternos, en consecuencia, mantenga esto presente, al final de cuentas, al final de la jornada, el mejor premio será la satisfacción del deber cumplido con altruismo y entrega en bien de la Patria; no se entregue a las bajas pasiones, y no necesariamente de naturaleza sexual o al licor, sino también de las perversas pasiones del odio, la inquina, los celos, la envidia, la indisposición de otros, etc.
Dios bendiga a la Patria.
¡Yo le creo a Dios!
Abogado
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.