MEDUCA
- Ana Muñoz Alvarez
El Ministerio de Educación (MEDUCA) debía ser lo más esmerado, cuidadoso, escrupuloso, minucioso y prolijo, porque de esa base deben salir la sabiduría, el orden y la eficacia; pero, lastimosamente, no es así. Todos los años tiene un pajarito en la jaula: o no tiene fecha fija para el inicio escolar o no lo tiene para el cierre del período de clases.
Acepto que, como una unidad grande, siempre les ha de faltar o sobrar algo. Sin embargo, es vergonzoso que casi al inicio del año escolar se den cuenta que el sistema eléctrico necesita mejoras, que se requiere agua potable, remodelar los baños sanitarios, construir un salón de docentes y realizar reparaciones menores.
El MEDUCA tiene un dolor de cabeza perpetuo. Desconoce esto, desconoce lo otro, pero sus vacaciones y sus salarios es mejor que estén al día; de lo contrario, habrá amenaza de huelga, y no los culpo, me uno a ellos, pues por el trabajo que hacen no reciben la remuneración adecuada y ese grupo, con sus pros y sus contras, es digno de consideración y respeto porque siembra semillas en las escuelas, que se convierten en hombres y mujeres que se ganan el pan de cada día.
El Meduca, no obstante, ha pasado por períodos irregulares como el desfalco millonario, la flora de vidrio, recientemente en operación de mejoras, salones sin bancas, y paredes que requieren un cambio drástico. Recientemente a una profesora le cayó una pared. ¿Tiene el ministerio el personal para verificar que los servicios sanitarios de las escuelas sean apropiados, si la higiene pasa por ellos; si los salones tienen luz adecuada y todo lo que se requiere para ensenar?
En lo que respecta a escuela primaria, no estoy de acuerdo con las clases en las tardes porque los alumnos estarían en la calle a las seis, casi de noche, y para muchos es una eternidad tomar un bus para llegar a casa. Ya es hora que en Panamá las clases para los de primaria sea sólo en la mañana.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.