PANAMÁ
Martans y Ayón
El 28 de marzo de 2024 fue un día triste. Fitch Ratings nos retiró el grado de inversión por diversas razones, entre ellas, que se duplicó la deuda en 5 años.
- Aram Cisneros Naylor
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- Intérprete Económico
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- - Actualizado: 21/11/2024 - 01:39 pm
Aram Cisneros Naylor/ Intérprete Económico. Foto. Cortesía
El 23 de marzo de 2010 fue un día de celebración. Fitch Ratings anunció que conquistamos algo llamado "grado de inversión". Es una nota que las calificadoras nos ponen y brinda a los inversionistas una idea clara sobre si el país es o no un buen pagador de sus compromisos.
El 28 de marzo de 2024 fue un día triste. Fitch Ratings nos retiró el grado de inversión por diversas razones, entre ellas, el hecho de que la administración de Cortizo duplicó la deuda en cinco años y ahuyentó a los inversionistas globales con el maltrato a Cobre Panamá.
Las consecuencias de estas acciones son evidentes hoy y afectarán nuestra capacidad para atraer inversión extranjera directa en el futuro, a menos que resolvamos esta situación con la mina.
En primer lugar, el desempleo en Coclé aumentó de 4% a 14%. En segundo lugar, la Contraloría reportó que, en el primer semestre de 2024, la inversión extranjera fue de 1,600 millones de dólares, superando los 1,300 millones de los primeros seis meses de 2023. Sin embargo, aún está muy por debajo de los 3,200 millones del primer semestre de 2019, antes de la pandemia.
En 2010, cuando obtuvimos el grado de inversión, Manuel Martans laboraba en la Superintendencia de Valores y Milton Ayón en la firma de auditoría KPMG. Hoy, ellos son, respectivamente, Gerente País de la calificadora Standard & Poor's y Superintendente de Bancos de Panamá. Ambos son profesionales con el calibre y la experiencia suficiente para opinar sobre la salud de la economía.
Participaron en un evento hace un par de semanas, que resumiré aquí para usted. Su temario incluyó factores que impactan la credibilidad y la confianza que genera el país.
¿Qué dijo Ayón? En primer lugar, reconoció que existe una preocupación sobre el deterioro de la cartera hipotecaria comercial por exceso de inventario, es decir, mucha oferta para pocos clientes. Resaltó que esto se debe a cambios significativos en la demanda de espacios comerciales.
El teletrabajo y los modelos híbridos han transformado el panorama laboral y, con ello, el mercado de locales y oficinas.
Además, según el Superintendente, la cultura de pago del panameño ha cambiado tras la pandemia: se preocupa menos por mantener un historial crediticio positivo. Esto está afectando los niveles de morosidad, porque muchos clientes hoy no tienen los ingresos previos a la pandemia o un trabajo formal.
Por lo demás, él celebró la buena salud del centro bancario: a septiembre de 2024, los activos crecieron 7%, los nuevos créditos 9% y el patrimonio 11%.
Ayón concluyó con un llamado a fortalecer la cultura crediticia y la digitalización bancaria, dos aspectos que podrían ser el legado de su gestión.
¿Y qué dijo Martans? Explicó que, en su informe de mayo de 2024, Moody's mantuvo una perspectiva estable para Panamá, a pesar de haber rebajado la calificación en octubre de 2023. En diciembre, la calificadora publicará su siguiente informe.
En segundo lugar, subrayó que el presupuesto ya aprobado para 2025 será un aspecto determinante en la evaluación de las calificadoras, que tienen la responsabilidad de emitir la calificación crediticia.
Tercero, compartió que el crecimiento proyectado para 2024 es de 2.5%, superior a las proyecciones iniciales. Para 2025 y 2026, se anticipa que esté entre el 4% y el 6%.
Cuarto y último, afirmó que la reestructuración de la CSS es un asunto sobre el cual Moody's ya advirtió la necesidad de realizar cambios significativos. En los próximos 40 días, veremos si el proyecto que apruebe la Asamblea se apega o no a ello.
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