Panamá
Lo que sabe Trump de Panamá
- José González Rivera
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- Cirujano Subespecialista
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Estamos en una guerra comercial entre China Popular y Estados Unidos de América, una lucha entre las dos grandes potencias por la hegemonía mundial.
José R. González Rivera, cirujano subespecialista.
La economía de Estados Unidos es muy fuerte por su poderío militar. La estrategia militar de Estados Unidos está principalmente fundamentada en que la Marina Estadounidense controla todos los océanos del mundo. Hasta hoy esto quiere decir que Estado Unidos puede invadir otros países más no puede ser invadido, también que controla el comercio internacional.
Estamos en una guerra comercial entre China Popular y Estados Unidos de América, una lucha entre las dos grandes potencias por la hegemonía mundial y Panamá cobra relevancia nuevamente. Hay unos escenarios claves y en disputa en esta particular guerra comercial: el mar de China, el océano Índico, el canal de Panamá y el océano Ártico, todos ellos lugares clave para el comercio mundial y en los que tener la hegemonía militar puede suponer la diferencia entre dominar el mundo o no.
En esta nueva guerra fría, la lucha comunismo-capitalismo se ha superado, incluso podemos decir que la ideología política ya no es el elemento que teje las alianzas, sino que es la pura economía quien asume ese papel. Visto todo esto, la iniciativa One Belt, One Road es la columna vertebral económica y comercial que espera llevar en los próximos años a China Popular al siguiente nivel, y a establecerse como la indiscutible primera potencia comercial del mundo.
¿Qué sabe Trump? Que varios receptores de la generosidad de China Popular no la terminaron pasando del todo bien. Venezuela garantizó préstamos de Pekín con petróleo y luego descubrió que no podía vender suficiente crudo adicional en los mercados para solventarlos. Como Sri Lanka no pudo reembolsar los préstamos, China le condonó parte de la deuda y recibió a cambio la concesión por 99 años en uno de sus puertos, Ecuador también garantizó créditos con petróleo para que China le construyera una represa hidroeléctrica que jamás funcionó al cien por ciento y que padece numerosas falencias estructurales.
¿Qué dicen los gringos? Los proyectos enmarcados en la llamada "Nueva Ruta de la Seda" son temerarios porque su razón de ser es política, no económica. Incluido en la Constitución del Partido Comunista de 2017, el programa es una piedra angular de los planes para expandir su influencia a escala mundial. La mayoría de los préstamos de esta iniciativa se cursan a través de bancos chinos de propiedad estatal guiados por el Partido Comunista, y con la mira puesta en alcanzar los objetivos de política exterior, más que en obtener ganancias.
En estos momentos, cinco de los diez bancos más grandes del mundo por valor de capitalización bursátil son de la República Popular de China. Ojalá que, en las actuales reformas a la ley del seguro social, las cuotas obrero-patronal de los funcionarios públicos manejadas por las administradoras de fondos de pensiones privadas de Panamá no queden en dichos bancos y, nos coaccionen con las mismas por votos en el Consejo de Seguridad de la ONU. Esperemos no nos coaccionen por los insumos médicos quirúrgicos o repuestos de las máquinas de diálisis del Seguro Social por votos en la ONU.
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