¿Libertad de mercado?
- Pastor E. Durán E.
Según los neoliberales, si liberamos el mercado, no habrá distorsiones. Entonces, ¿para qué existen las instancias que ellos llaman "de vigilancia", tales como la Superintendencia de Bancos, la Autoridad de los Servicios Públicos o la Autoridad de Protección al Consumidor y Promoción de la Competencia? En la práctica estas instancias no protegen a los consumidores ni usuarios, sino a los empresarios.
Esta situación nos indica que el "mercado" no está funcionando correctamente, porque si usted tiene una estructura oligopólica, es decir, de pocos vendedores y muchos compradores, esos pocos vendedores son los que pueden determinar los precios, y los usuarios o consumidores tenemos que pagar esos precios, porque no podemos dejar de tener esos servicios.
O sea, que si nosotros tenemos energía eléctrica, lo más que podemos hacer es ahorrarla, pero no podemos dejar de utilizarla. Si nos suben el precio de la canasta básica de alimentos lo único que podemos hacer es comer menos, pero no podemos dejar de comer. Estas circunstancias hacen que estas estructuras llamadas "estructuras de mercado", controlen el mercado, pero para beneficiar a una minoría (los empresarios). Las estructuras oligopólicas son aquellas que controlan el mercado para beneficiar a un grupito de empresarios.
También las hay monopólicas, que son aquellas que controlan el mercado para un solo empresario. Además, hay lo que se conoce como "monopsonios" y "oligopsonios". El "monopsonio" es cuando existe un solo comprador. Este es el caso -por ejemplo- de la Neslé y los tomateros. La única empresa que les compra tomates a los tomateros es la Nestlé. Allí hay un solo comprador, de manera que los vendedores -que son muchos- se ven sometidos a recibir los precios de esa empresa, porque si no se los venden a ella, ¿a quién más se los van a vender?
El "oligopsonio" es cuando hay pocos compradores. Es el caso -por ejemplo- de los molinos. En la mayoría de nuestros países encontramos dos, tres o cuatro molinos importantes, a los cuales los productores les tienen que vender sus productos, y -al final de cuentas- el precio del mercado lo fija esa pequeña cantidad de molinos. En algunas provincias o estados estos molinos no son tantos. A veces es uno o dos, donde los pequeños productores de arroz -por poner un ejemplo- tienen que llevar a vender su producción al precio que ellos les quieran pagar. Si usted no quiere vender a ese precio, tendrá que quedarse con su arroz. En este caso, el productor no puede tomar esa decisión, porque él necesita comprar otras cosas del capital que genera su producción. ¿De cuál libertad de mercado nos hablan los neoliberales?
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.