Fatalismo.
Las profecías mayas: el fin del mundo
En estos días el tema se ha hecho muy popular, sobretodo entre los jóvenes que son más vulnerables a la información que surge a través de los
En estos días el tema se ha hecho muy popular, sobretodo entre los jóvenes que son más vulnerables a la información que surge a través de los medios de comunicación. Desde hace unos dos años se inició esta propaganda o campaña publicitaria, acerca de las profecías mayas, con películas como 2012 y Apocalipsis, con libros de ciencia y ficción, así como de videos y hasta programas televisivos a cargo de expertos en el tema.
Converso con mis estudiantes, sobretodo los de secundaria, quienes preguntan acerca del fin del mundo, si en verdad se acabará; dan un gran valor a lo que dicen las profecías y algunas instituciones seudo-religiosas, que supuestamente basadas en la Biblia, intentan dar prueba de la proximidad de un fin.
Los jóvenes muestran las más variadas expresiones de temor, fatalismo, paralización y/o cinismo, “para qué estudiar si nos vamos a morir”, “de todos modos no hay futuro”, “para qué esforzarse si no habrá mañana”, y demás. Es necesario hacer algunas reflexiones del tema. Primeramente, es mi parecer, que se debe explicar a los jóvenes sus interrogantes con argumentos científicos y fundamentados en conocimientos y estudios realizados. Es necesario conversar el tema para evitar los estados de angustia que provocan desorientación. Como seres humanos, nos sorprendemos de lo desconocido, algunos sobre tomados por el temor, crean y recrean toda clase de argumentaciones que van desde las lógicas hasta las más fantasiosas.
Respondo según mis convicciones aprendidas en el catolicismo. Creer que existe un solo Dios todopoderoso y omnipresente que dispuso mediante leyes físicas un orden en el caos. Por ende, solo Dios puede saber cuando será el fin del mundo, lo que nos corresponde es estar preparados siempre. Me refiero a la preparación del espíritu, el alma, estar en paz con uno mismo, con los demás, con nuestro entorno, con el medio ambiente, lo que en resumidas cuentas nos hará estar en paz con Dios.
En otro sentido, tener la esperanza o la certeza de que ante cualquier evento o dificultad se podrá estar preparados para sobrevivir. La ciencia ha respondido a muchos enigmas, ha catalogado, clasificado, categorizado mediante sus estudios, el ser vivo, el medio en que interactúa y el universo, pocos espacios para las dudas aún subsisten que el hombre no haya dado ya una respuesta, por lo que seguramente, podrá hacer frente a sus circunstancias en el momento que lo requiera.
Mientras tanto, intentemos vivir y disfrutar de una amistad con la naturaleza que tanto bien nos proporciona, a permanecer unidos en familia y disfrutar cada día que nos es concedido en salud, armonía y paz. Feliz Navidad para todos.
Profesora, MSEd.
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