Riesgos
Las Alianzas Público Privado, el costo público y el beneficio privado
- Juan Jované
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"si bien en los últimos años se ha dado una gran cantidad de exageraciones sobre las asociaciones público-privadas, en la práctica ha habido decepciones. Las APP a menudo implican que el gobierno tome el riesgo, mientras que el sector privado toma las ganancias".
Pese a que las Alianzas Publico Privadas (APP) se presentan como una especie de relación simétrica, que beneficia tanto el interés público como el privado, lo cierto es que esta visión no es compartida por todos.
Es así que Joseph E, Stiglitz, en un reciente trabajo titulado Markets, States and Institutions (2017) afirma que: "si bien en los últimos años se ha dado una gran cantidad de exageraciones sobre las asociaciones público-privadas, en la práctica ha habido decepciones.
Las APP a menudo implican que el gobierno tome el riesgo, mientras que el sector privado toma las ganancias".
Las razones de esta afirmación son varias.
El problema está en que generalmente, dada la aversión al riesgo de los agentes privados, el Estado termina, de una u otra forma, asumiendo el costo de estos riesgos.
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En primer lugar, resulta que en no pocas ocasiones la tasa de interés a la que puede endeudarse el gobierno, sobre todo si tiene un claro historial de cumplimiento, es inferior a la que enfrentan los privados.
Esto significa que el costo financiero de los privados que participan en una APP será superior al que se daría si el Estado ofertara directamente el bien o el servicio público.
En este caso el gobierno y por su conducto, los ciudadanos, deben hacerse cargo de este costo adicional para asegurar el beneficio privado.
Un segundo problema tiene que ver con el costo de los riesgos implícitos en las APP, los cuales están vinculados a la construcción, el financiamiento, la operación, la demanda y el valor residual.
El problema está en que generalmente, dada la aversión al riesgo de los agentes privados, el Estado termina, de una u otra forma, asumiendo el costo de estos riesgos.
Esto no solo significa salvaguardar los beneficios privados, sino que se trata de un esquema en que se incentiva una forma de actuar poco cuidadosa con los eventuales riegos por parte de los participantes privados en la APP.
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Esto lleva a otro problema vinculado con la información asimétrica entre el Estado (principal) y el sector privado (agente).
Se trata de una típica situación en la que el principal solo puede monitorear imperfectamente al agente, dando lugar a los clásicos problemas del "riesgo moral", en la que la acción de este último no necesariamente se alinea con los intereses del primero.
Es conocido que en estas circunstancias aparecen costos de transacción elevados, es decir gastos que no tienen que ver con la construcción o producción del servicio, sino con la búsqueda de la contraparte, la negociación y diseño del contrato, el monitoreo de su ejecución, así como de los costos que puedan ocurrir por los gastos legales en caso de diferencias entre las partes o el simple incumplimiento del contrato.
Existe un problema adicional, referido al nivel de competencia.
Cuando por algún motivo, como puede ser la experiencia, la técnica, el acceso al financiamiento o cualquier otra barrera, se observen situaciones en las que en la etapa de selección del agente privado solo existan pocos postulantes, entonces los precios que los mismos ofertarán por el servicio tendrán un componente de renta monopólica, la que reduce el bienestar de la población.
A final de cuentas, las APP no solo son una forma de privatización, sino un esquema costoso para el país.
Economista
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