Las aguas del Canal
- Jaime Figueroa Navarro
- /
- opinion@epasa.com
- /
Trotando recientemente en la Cinta Costera, a lo lejos percibo, acercándose, una pareja de turistas norteamericanos en pantalones cortos, gorras y zapatillas como la mayoría de los camineros, siendo la única diferencia que el caballero traía en su mano derecha una próvida botella de agua Evian, producto de origen francés. Sumergido por la curiosidad, me acerqué con tono sumamente amistoso manifestándoles cordial bienvenida e indagando su estado de origen. Minnesota. ¡Harto frío! Ya roto el hielo, muy ponderadamente indagué: Otro que el significado de Evian al revés en inglés, es "naive" o ingenuo ¿cuánto pagó por esa botella de agua?
Ocho dólares en su habitación. Oneroso negocio para su hotel que se le olvidó mencionarle, muy posiblemente para engrosar sus márgenes en ventas misceláneas, que el agua del grifo en Panamá es la mejor del mundo. El corpulento vikingo y su redonda pareja, posterior a mi extendida charla sobre historia istmeña que nos trasladó desde las inmediaciones del parque Urraca hasta el Mercado de Mariscos, agradecieron la explicación, de seguro listos para crear un espectáculo al retornar a su parador. De más está mencionar, me hubiese encantado observar desde lejos la escena.
¿Qué acontece con las aguas del Canal? Casi la mitad de la travesía cruza el lago Gatún, un lago artificial que es alimentado por el río Chagres y cuyas aguas son retenidas por la represa de Madden.
El lago es a su vez alimentado por el lago Alajuela, ambos suministrando 7.6 millones de metros cúbicos, equivalente a 2 billones de galones de agua diariamente para el tránsito de 35 a 40 naves a través de las esclusas originales.
Las nuevas esclusas, resultado de la expansión del Canal, utilizan 7 millones de metros cúbicos (1.8 billones de galones) de agua para cada uno de los 13 a 15 mega barcos que cruzan el istmo diariamente, utilizando un nuevo sistema de piscinas que reutilizan parcialmente el preciado líquido.
A pesar de que Panamá es uno de los cinco países con el más elevado nivel de precipitación anual a nivel mundial, el consumo del agua per cápita resulta también muy elevado en las ciudades terminales de Panamá y Colón, lo que requiere una administración más juiciosa dado los continuados incrementos en su población. Por ende, la privilegiada situación de la calidad del agua que actualmente disfrutamos, se ve amenazada.
Una de las soluciones resultaría la implementación en las esclusas originales de un sistema de piscinas similar al de las nuevas esclusas, pero con mayor eficiencia en el reciclaje de aguas, algo que ya se ha analizado sin resolución certera. Otro sería la inevitable privatización del ineficiente estatal Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), por una empresa empeñada en mejoras significativas en la distribución y conservación del agua, elevando sus costos, pero a la vez educando a una población malsanamente acostumbrada al derroche del agua sobre la importancia de su ahorro.
A Dios gracias, nunca hemos sufrido un derrame, accidental o planificado en las operaciones del Canal que contaminen las aguas del lago Gatún afectando de esa manera el consumo humano al cual nos hemos acostumbrado. Esta resulta una eventualidad que también debemos vigilar sigilosamente para asegurar la continuidad del extraordinario privilegio de repetir a propios y extraños que no requerimos ni Evian, ni otras soluciones embotelladas de allende para suplir a nuestra población las mejores aguas, puras y sanas, proveniente del grifo.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.