La unión de 7,000 almas en un “Panamá Solidario”
... trabajan duro en cada bolsa que empacan, en cada bulto de mercancía que se mueve, poniendo esfuerzo físico y dedicación.
... trabajan duro en cada bolsa que empacan, en cada bulto de mercancía que se mueve, poniendo esfuerzo físico y dedicación.
Son personas que han dejado de lado su seguridad sanitaria, horas de descanso y atención a sus familias, para llevar alimentos a miles de personas en cada región de nuestro Panamá. Foto: Cortesía.
“En tiempos de oscuridad profunda, no necesitamos apenas luz – necesitamos ser luz el uno con el otro”. Parker Palmer.
En los últimos meses, desde que se inició la pandemia del coronavirus, el estrés, ansiedad, temor y preocupación, son parte de las emociones y sentimientos que nos han acompañado durante el encierro de la cuarentena.
También hemos aprendido a adaptarnos a grandes cambios en la rutina, en la convivencia con la familia, amigos, compañeros de trabajo y seres queridos, en las herramientas de trabajo, en la manera de comportarnos, protegernos y cuidarnos.
¡Estamos en el mejor momento para convertir las vivencias y aprendizajes adquiridos en actitudes positivas! y, sobre todo, valorar y aplaudir la noble labor de las personas que dedican su vida y su tiempo a trabajar hombro con hombro, compartir y colaborar como voluntarios en diferentes organizaciones públicas y privadas para llevar ayuda social a quienes más lo necesitan.
Es en tiempos de crisis en que las personas nos necesitamos las unas a las otras y que la solidaridad real en el voluntariado toma vida con la presencia de las más de 7,000 almas que diariamente trabajan en la confección y distribución de miles de bolsas de comida del programa “Panamá Solidario”, creado para garantizar las necesidades básicas de la población más vulnerable.
Este programa nos hace sentir orgullosos de los hombres y mujeres de todas las edades que, con un espíritu fuerte, trabajan duro en cada bolsa que empacan, en cada bulto de mercancía que se mueve, poniendo esfuerzo físico y dedicación han dejado de lado sus propias preocupaciones, su seguridad sanitaria, horas de descanso y atención a sus familias, para llevar alimentos a miles de personas en cada región de nuestro Panamá.
Aunque todos navegamos en el mismo mar, lo hacemos en barcos diferentes, algunos más vulnerables, otros más frágiles y quizás algunos, en esta tormenta, nos sentimos en soledad y sin brújula.
Ante esta realidad que nos obliga el salvar la vida con medidas de aislamiento social y el distanciamiento físico, nos inspira el valor de cada voluntario que con su aporte de tiempo y trabajo nos dice que no estamos solos y que lo que realmente importa es el deseo de ayudar y salir juntos de esta situación que enfrenta no únicamente nuestro país, sino el mundo entero.
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Mil gracias a ustedes, almas solidarias, a los bomberos, brigadas de SINAPROC, ONGs, personas independientes y a las organizaciones comunitarias y religiosas que en tiempos de la COVID-19, unen esfuerzos, energía, talento y creatividad para contribuir a la solución de los graves problemas que arrastra esta pandemia.
Relacionista pública y docente.
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