La tragedia de Matachín
- Rafael Montes Gómez
Seres humanos colgando de los árboles a lo largo de las vías del tren. Debió ser una escena dantesca, como de una película de terror. Matachín, es un nombre para recordar. El suicidio colectivo de 415 chinos en el poblado de Matachín, aún sigue siendo una página de nuestra historia.
George Totten, Ingeniero Jefe, nos dice: “nunca olvidaré la escena que mis ojos encontraron esa mañana. Más de un centenar de chinos colgaban de los árboles, sus anchos pantalones moviéndose al soplo de una ardiente brisa”.
¿Qué causó el macabro incidente del suicidio colectivo de cientos de chinos? Múltiples factores. Algunos lo atribuyen a las condiciones de cuasi esclavitud. Se les proveía de opio, y se dice que en algún momento escasearon las raciones del alcaloide, provocando la depresión colectiva. Otros lo atribuyen a la melancolía de estar lejos de su patria. Algunos afirman que nunca se llevaron bien con sus vecinos de campamento, los irlandeses, que siempre se mostraron hostiles con ellos. Otros no creen que haya sido suicidio.
Según Totten, algunos se habían ahorcado con pedazos de soga y gruesos bejucos, pero la mayoría usó su propio cabello de largas trenzas, amarrando sus extremos a la rama de los árboles.
El gran historiador Alonso Roy describe: “Otras formas de inmolación incluyeron, abrirse las venas hasta desangrarse totalmente, usar sus propios machetes, pagar a algunos orientales (malayos) para que les cortaran la cabeza, sentarse en la orilla del mar y dejar que la marea los ahogara, otros se amarraban piedras al cuerpo y se lanzaban al río”.
La comunidad china está enlazada con la vida nacional desde el 30 de marzo de 1854, cuando llegan al Istmo los trabajadores chinos. Así está registrado en el Panama Herald del 1 de abril de 1854, con la llegada del bergantín Sea Witch con 705 trabajadores chinos para la Panama Railroad Company.
A los chinos los ubicaron en Matachín, casualidad porque mapas tan antiguos como los que aparecen en las narraciones de Esquemeling de 1678, ya señalaban a Matachín en la misma ubicación, así que el nombre no se deriva del triste incidente del suicidio colectivo.
Los habitantes originarios de Matachín eran su mayoría negros criollos y cimarrones, los cuales fueron trasladados hacia la comunidad de Nuevo Gatún, en donde floreció un nuevo poblado que existe en la actualidad. El profesor Diez Castillo nos dice que Matachín desde los tiempos de la construcción del ferrocarril de Panamá, fue centro de los talleres del ferrocarril y cruce de los trenes que surcaban el Istmo de Panamá. Gatún fue la represa más grande del mundo hasta 1937, año en que se inauguró el también artificial lago Meed. Matachín así como el poblado de Gatún, otros pueblos aledaños, árboles, rieles, vías férreas, y años de historia, fueron sepultados en 1908 por las aguas del lago Gatún que tiene 423 kilómetros cuadrados y fue creado para represar las aguas del río Chagres, formando parte del Canal de Panamá. Deténgase unos minutos a la orilla del Lago Gatún para observar la tranquilidad del paisaje y sentir la paz que se respira allí, y guarde un minuto de silencio por los trabajadores chinos que ayudaron a construir nuestro país y nos heredaron su cultura. Acuérdese de la historia de Matachín, sepultada por millones de litros de agua.
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