Panamá
¿La política exterior Sine Die?
La amistad, enseñanzas y vivencias con el Embajador duró 51 años bien vividos. Le dimos la vuelta al mundo en esos 612 meses de amistad intelectiva y audaz.
- Virgilio Correa
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- - Actualizado: 24/4/2024 - 12:00 am
Cuando a penas teníamos 14 años tuvimos la oportunidad de conocer dos excelentes embajadores de Panamá en Quito, Ecuador. 1963-67.
Tito Del Moral (qepd) un gran periodista y un humanista de alta alcurnia y después conocimos a un militar, el coronel Franco Aued (qepd).
Del primero aprendimos el amor por las letras, la novela, los editoriales. Esos patricios de la real prensa panameña venían todos de la escuela de los Doctores Belisario Porras y Harmodio Arias Madrid. Algo que ya no existe hoy.
Del militar Aued aprendimos el amor nacional por la Patria, por la bandera, por el himno y por la soberanía nacional. Por PANAMÁ entera. Este militar fue A de T.
El embajador Aued lo primero que hacía en su residencia misión, era de "se requinquer" todas las mañanas con su traje y corbata impecable e izar la bandera panameña al despuntar el alba cada aurora quiteña, sin dejar de mirar con su vista militar cada movimiento de esa bella bandera ascendiendo al cielo eterno, para así encontrarse con el Más Allá, y pedirle a los Dioses del Universo que bendijeran al istmo y al pueblo panameño desde la mitad del Mundo.
Aún hoy por nuestras venas vetustas sentimos vergüenza por lo que ocurre hoy en día con los embajadores regados por el mundo entero, que tienen muy poco entre sus orejas, al imaginarnos lo que fueron antes esos otros embajadores intrépidos de Panamá por el planeta. Grandes faraones excélsior del siglo pasado panameño.
En 1972 conocimos en París al embajador Vega Hicimos un pacto de caballero sobre los alter ego de ambos y funcionó hasta su muerte, a quien despedimos la víspera de ese día fatal, bajo un aguacero corto torrencial intermitente en la ciudad de Panamá del siglo XXI.
La amistad, enseñanzas y vivencias con el Embajador duró 51 años bien vividos. Le dimos la vuelta al mundo en esos 612 meses de amistad intelectiva y audaz.
No está de más decir que Vega es el que más ha estado en un cargo fijo en París (1972-1984), superando a Belisario Porras Barahona (1925-1934) con mutaciones en Roma.
Nos distanciamos durante la Apocalipsis del Noriegato 1988-1991 para después reconciliarnos en 1992, para los 500 años del encontronazo entre indígenas y españoles en La Habana, Cuba. Su ciudad preferida desde 1959. De allí salió para París en una misión secreta en 1972.
Una tarde nos dijo el embajador Vega que lamentaba mucho aquellos años de distanciamiento por culpa del Noriegato. Nos mostró señas de arrepentimiento, algo que el Embajador había descartado de sus códigos desde hacía décadas. Nosotros nos sentimos halagados.
Aquella diplomacia de más de seis décadas hace rato que desapareció de la faz de la Tierra. Es por eso que a nadie le importa lo que hacen los embajadores afuera o adentro. Ya el pueblo no los ve como antes. Son insignificantes para ellos.
La Globalización es la actual responsable de la desaparición de los Porras, Alfaro, Aued, Del Moral, Vega y mucho más de la diplomacia panameña y mundial.
Antes de la Convención de Viena y aquella de Caracas los embajadores eran de la nobleza, educados desde el cordón umbilical para ser excelentes representantes de sus reinos o imperios en el mundo entero.
Con la llegada de cualquiera al cargo de Embajador hubo necesidad de hacer las Convenciones de Viena y Caracas.
Los incorrectos se tomaron la plaza de los lores embajadores de los siglos anteriores.
Hoy en día las embajadas tienen un perfume muy diferente a aquellas del siglo pasado. Un ejemplo de ello es lo que ocurrió en la Habana en la embajada de Ecuador (1961) y en la de México en Quito (2023). La misión diplomática mexicana como una turba enfurecida atacó a la policía ecuatoriana para provocarla y crear el desenlace fatal. Felizmente la policía ecuatoriana estaba más educada que los propios diplomáticos mexicanos, expresó el presidente NOBOA en una entrevista la pasada semana en los EE.UU. Prueba que las embajadas son epicentros ideológicos de los gobiernos nefastos.
Hacemos un paréntesis para contar una anécdota.En 1972 en la embajada de Francia en Las Bóvedas, con la llegada de la primera mujer francesa embajadora en el mundo, el agregado de prensa era Jean Paul Carcenat (qepd) y después de una gira al festival de Guararé junto à Mlle Campana (qepd), Leopoldo Aragón Escalona quería "bazuquear" la Corte Suprema de Justicia desde el despacho de Carcenat para combatir la dictadura de Torrijos, acusando a los magistrados de vendidos. Ven que no es algo nuevo. Data de larga fecha histórica esa acusación popular contra el palacio de la Justicia.
Nosotros le habíamos presentado Aragón Escalona (qepd) a Mlle Campana y a Carcenat. De forma tal que fuimos convocado por la embajadora para solicitarnos cortar los lazos con Aragón Escalona y de paso ofrecernos dos boletos de avión para regresar a Francia inmediatamente con nuestra "fiancée" francesa por orden de su familia en el Hexágono galo.
Al cabo de varias semanas en Francia, supimos que Aragón Escalona había sido enviado a Coiba por Noriega.
Antes ni siquiera se podía imaginar el uso de una embajada para delitos penales y graves. Leopoldo pagó por sus deseos irreales pero ahora los leopoldos son los embajadores y sus asistentes como ocurrió en la embajada populista de México en Quito haces unas semanas.
Hoy es todo lo contrario. Los maleantes pululan en esos territorios diplomáticos y muchos dirigen los mismo. Por ejemplo el caso de los embajadores espías o aquel de Enviados ex guerrilleros o los hijo(a)s de dirigentes comunistas terroristas y sindicales tratando de endoctrinar a los nacionales con el "wokismo" de moda, o con el populismo del siglo XXI. O con la doctrina china. O la de Soros en los palacios "gringos" en el mundo.
Como lo dijimos antes, desde la Globalización que rompió todas las reglas, códigos y honores de la diplomacia excelsa, todo ha cambiado en la política exterior de cada una de las naciones del planeta. No existe una política exterior soberana y segura para cada pueblo del planeta.
A estas alturas no se le puede pedir pera al olmo. Ya es muy tarde. Las cancillerías tienen que ser re inventadas.
El caso de Boris Johnson que visitando a Macron antes de ser expulsado del cargo de Premier Ministro por sus pares, puso sus zapatos sucios sobre una mesa de la época del rey Sol y la dañó por completo, sin ni siquiera pedir perdón. Solo sus sonrisas sarcásticas y trastornadas hacía la nación gala fueron el sello de su visita a Francia.
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