La pobreza y el impacto del COVID-19
... los indigentes que duermen bajo los puentes, de familias en barriadas en emergencia que no tienen agua potable, luz eléctrica, servicios higiénicos y esto hace que los casos de coronavirus aumenten...
- Yuleidy S. Mendives Sandoval
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- - Publicado: 13/5/2020 - 12:00 am
Hay un desconocimiento profundo sobre los índices de pobreza y los prejuicios por falta de contacto. Foto: EFE.
“Para que exista una conciencia colectiva debemos nombrarlo”
Constantemente, observamos en los diferentes medios de comunicación las condiciones de pobreza en que viven ciertos sectores de la población. Tenemos un fenómeno social del cual poco se habla o se decide analizarlo frontalmente, ya que actualmente se desconocen los índices de pobreza y estos hechos obedecen al desconocimiento profundo de esta problemática y los prejuicios por falta de contacto.
Hay que distinguir al analizar la pobreza, como un estado de carencia de algunos beneficios para enfrentar la vida diaria y la extrema pobreza como un estado grave en el cual peligra la existencia del o de los individuos, tal es el caso de los indigentes que duermen bajo los puentes y escaleras, que comen de los desperdicios de los tinacos, de familias en barriadas en emergencia que no tienen agua potable, luz eléctrica, servicios higiénicos y esto, de alguna manera, hace que los casos de coronavirus aumenten, ya que carecen de las estrictas medidas de higiene para enfrentar esta batalla contra el virus.
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Este contexto antes descrito, lleva a esta población al constante rechazo y para clasificar este tema recurro a la filósofa Adela Cortina, quien, en 2017, introdujo el término Aporofobia para hacer referencia al rechazo injustificado hacia las personas pobres.
La palabra Aporofobia está compuesta de dos términos, aporo (pobre) y fobia (miedo), sin embargo, algunos autores no la han reconocido, ya que no existe un miedo a los pobres, sino un rechazo o discriminación.
Cabe destacar que el término Aporofobia no es un trastorno mental, sino un fenómeno social y actualmente es considerado como una patología social.
Aunque podemos profundizar en las consecuencias físicas que conlleva este fenómeno, no obstante, también en las lesiones psicológicas, como sentimientos de vulnerabilidad, es decir, muchas de estas personas no se sienten protegidas por la ley y esta desprotección lleva al individuo a sentir miedo, ansiedad y, muchas veces, depresión por la desesperación de no contar con las condiciones aptas para sobrevivir.
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Este fenómeno no termina señalando las lesiones físicas y psicológicas, sino haciendo campañas de sensibilización y divulgando una visión de la pobreza antiesencialista, es decir, mostrar la realidad de la pobreza en Panamá.
En nuestro país hay dos instituciones donde puedes buscar ayuda, si estás sufriendo este fenómeno o bien conoces de algún caso, la Defensoría del Pueblo y el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
¡Recuerda juntos podemos combatir este fenómeno!
Estudiante de Licenciatura en Psicología.
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