La Pederastia (1)
- Juan Barrioseta.
Querido Director,
Estoy seguro que estará de acuerdo conmigo en que nuestros jóvenes estudiantes al no cursar habitualmente estudios sobre las Antigua Grecia y Roma y como consecuencia, casi ninguno tener afición al griego o al latín (hoy consideradas lenguas muertas), les ha llevado a un brutal desconocimiento de la raíz histórica de la mayoría de los comportamientos humanos, buenos y malos. Me atrevería a decir que todos esos comportamientos tienen siglos de antigüedad y que sólo ha variado la forma de exteriorizarlos, generalmente a peor. Le voy a resumir lo que para lo que para los griegos del S. VI a. C. era y significaba la pederastia: en primer lugar, era la relación entre un adulto y un adolescente, ambos varones y en segundo lugar, formaba parte importantísima de la cultura y las costumbres griegas con especial hincapié en la formación deportiva, la guerra, el control de la natalidad, y aspectos políticos, religiosos e incluso, de relevancia social. Es en el gimnasio donde erómenos y erastés (amado y amante) inician su relación, mientras el amado recibe clases de filosofía, practica deporte embelleciendo su cuerpo y se habitúa a una tradición que todavía se conserva en muchos países, que es el desnudo. Actualmente, donde la homosexualidad se ha vinculado siempre al concepto de debilidad física masculina, en la antigua Grecia, la pederastia estaba unida a la formación militar hasta el punto de que la pareja iba junta a la guerra y combatía o moría codo con codo. El tipo de sexo practicado en la pederastia fue utilizado por los políticos para asegurar un control de la natalidad que en algunas ciudades-estado preocupaba enormemente. En el aspecto político se pensó y utilizó la pederastia como un factor de contención de los excesos de juventud y así si el joven amado cometía un delito, el responsable y consiguientemente castigado, era el amante. Conoce usted la importancia que la mitología tuvo en la Grecia de la que hablamos y entonces la pederastia llegó a la mitología. Los dioses Zeus, Poseidón, Apolo y Dionisos fueron pederastas y así lo contaron y escribieron poetas, filósofos y dramaturgos: Platón, Aristóteles, Sófocles, Eurípides, Plutarco y Ateneo. También grandes políticos fueron pederastas: Solón, Demistocles, Demóstenes, Pausanias, Epaminondas e incluso, Alejandro Magno. Por fin se derivó este tipo de relación hasta considerarse la adecuada para la alta clase social y de esta manera, todo hombre importante que no tuviese un amado adolescente, no tenía completo su estatus.
Si la pederastia era tan importante en la Grecia que junto con Roma ha sido la base de nuestra cultura, usted se preguntará cómo en este momento histórico y cultural ha llegado a convertirse en uno de los pecados y delitos más abyectos que un ser humano puede cometer. Comencemos diciendo que ahora se considera pederastia las relaciones de abuso de un adulto con niños, mientras que en Grecia eran adolescentes de entre 14-16 años. Después resaltaremos que la homosexualidad, en general, ha sido muy perseguida durante la llamada Era Cristiana y, por fin, para entrar en materia, todos estamos de acuerdo en que ese abuso si además de ser por un adulto, lo comete un sacerdote que tiene prestados votos de castidad y que aprovecha su relación espiritual con los niños de la parroquia o de la escuela donde imparte clases, se convierte en especialmente grave. Pero no hay que olvidar como primer factor en esta polémica mundial, que es el cristianismo, en general y el catolicismo en particular, la religión que vino a condenar y por lo tanto a prohibir, muchas de estas costumbres –hoy consideradas bárbaras- y que ningún estado se atrevería a legalizar.
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