Anécdota
La muerte del rey banano en Lago Gatún
- Stanley Heckadon-Moreno (opinion@epasa,.com)
En 1981 conocí en el caserío de Cuipo a Sabino “Chato” García, viejo comprador de banano para la United Fruit. Me habló de la última fiebre del
En 1981 conocí en el caserío de Cuipo a Sabino “Chato” García, viejo comprador de banano para la United Fruit. Me habló de la última fiebre del oro verde y la muerte del rey banano en Lago Gatún, 1942-1953.
Desde la década de 1870, los campesinos del Chagres y la línea del ferrocarril de Panamá cultivaron guineo para exportar. En 1905, decía el gobernador de Colón, Porfirio Meléndez, que en el distrito de Gatún: “La subsistencia consiste en las grandes cantidades de guineos que semanalmente los productores locales venden a compañías extranjeras para su venta a Estados Unidos”. Era su centro, el pueblo de Gatún y caseríos como Guineal, Jamaiquita, Lion Hill, Monte Lirio, Limón, Aguas Claras, Rancho Quemado, Escobal, Las Raíces, Calle Brujas y Ceiba. Cultivo que decae a inicios del siglo XX.
En 1910, durante las obras del Canal, se represa el Chagres y se forma el lago Gatún que ahoga más de 50 poblados. En 1913, las autoridades americanas ordenan despoblar los caseríos dentro de los linderos de la Zona del Canal. El campesinado emigra a Panamá y Colón; las costas del Pacífico y el Caribe, a orilla del nuevo lago y a las cabeceras del Chagres, Gatún y Trinidad. Surge la región de Lago Gatún.
Para 1917, la economía campesina se recupera. El Canal Record nota creciente tráfico de cayucos en el lago. Los campesinos bajaban, a las estaciones del tren en Gatún, Monte Lirio y Gamboa, a vender sus productos y comprar artículos manufacturados. Ese febrero, traen a Gatún 3,000 racimos de guineo, 200 sacos de maíz, 500 de carbón, 50 de jengibre, 200 de tagua, 200 bloques de caucho, 25 toneladas de rapadura, 200 latas de miel de caña, 500 gallinas y 100 puercos.
Comienza el banano su primer reinado en Gatún, tras la I Guerra Mundial. Para 1922, se exporta vía Cristóbal, 208,000 racimos. En 1925, son 840,000 cabezas. A 75 centavos cada una, son $77,000 mensuales. En 1927, salen 2.7 millones de racimos a Nueva York, Boston, Nueva Orleans, Los Ángeles y Vancouver. Termina el auge en la década de 1930, dada la depresión mundial, el deterioro de los suelos y las enfermedades del guineo. Así Chato recordó el segundo y último auge del oro verde en lago Gatún, sobre todo en Cuipo:
“La gente calculaba la extensión del cultivo por el número de tallos sembrados. Se sembraba guineo patriota, era el que se vendía. Los siembros estaban tierra adentro, en tierra virgen que es mejor, en montaña. Ellos no sembraban en rastrojo chico. En los rastrojos sembraban yuca, plátano, maíz, arroz, frijoles. Todos los años tumbaban un pedazo más de montaña. No usaban na, ni abono ni matamalezas, esa era la razón tenían de ir tumbando más alante. El bananal se iba agotando y ahí sembraban otras cosas. Les gustaba la tierra negra, donde estuviera. Los bananales de la gente de este pueblo de Cuipo se extendían hasta las cabeceras de río Lagarto. Todo lo que usté ve hoy como potrero desde la carretera, eran bananales”.
“Los piones eran locales. To’ era por plata. El salario era un dola diario, sin comida. El guineo se sacaba a caballo, según la fortaleza del caballo. Unos aguantaban cuatro racimos, otros tres y otros dos. Estos animales se alimentaban de potreros, de hierbas naturales, jujuca y parada. Aquí sembraba guineo to’ el pueblo, como 200 productores. Aquí había tres compradores Woods, Quigly y yo. Pero yo me los ganaba, la gente siempre venía conmigo. Yo tenía una cadena con la gente de aquí. Yo tenía compradores en cada pueblo. En Cirí Grande, a Julio Soto. En Ciricito, a Eleuterio Flores. Yo les pagaba 5 dola diarios. Ellos compraban y me avisaban, y yo iba en la lancha”.
“Además de guineo, la gente vendía arroz., maíz y verduras. Café en poca escala. To’ salía pa’ Colón. También se dedicaban a la cría de puerco, pa’ comé y vendé”.
“El guineo comenzó a decaer en el 53. No querían guineo en racimo, sino en cajetas. Mandaron plásticos pa’ que forraran los racimos. La compañía se dedicó a comprar el guineo de Puerto Armuelles. El de aquí era de más baja calidad y quedaban muy lejos los trabajaderos. El transporte era difícil, los bananales quedaban lejísimos. En el día, se hacía solo un viaje a caballo. La gente se fue saliendo poco a poco. La compañía compraba, pero como fue disminuyendo la cantidad de racimos, más eran los gastos que las utilidades. Salí en la lancha con 200 y 300 racimos había que hacé los mismos gasto que cuando se sacaban 1,000 racimos. Entonces salí a comprar guineo a Darién, a Jaqué. Y a Esmeraldas, Ecuador. La gente fue abandonando la siembra del guineo y comenzaron a sembrá café y hacer potreros”.
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