La maleantería destruye a Panamá
Los jóvenes y niños de nuestros barrios populares a causa del desempleo e inestabilidad laboral de sus padres o tutores, crecen con muchas carencias, resentimientos y baja autoestima.
Los jóvenes y niños de nuestros barrios populares a causa del desempleo e inestabilidad laboral de sus padres o tutores, crecen con muchas carencias, resentimientos y baja autoestima.
Nos afecta a todos, por lo que se necesita una política que reúna a juristas, miembros del poder judicial, fuerzas de seguridad e inteligencia, para articular una estrategia contra todas las modalidades del crimen. Foto: EFE.
El año pasado nos publicaron un artículo titulado: "Juventud y maleantería", allí dijimos: "Continuamente, escuhamos noticias y leemos sucesos lamentables de violencia, en los que se nota el involucramiento de jóvenes" (SIC.), y esto es algo muy cierto.
Según el gobierno nacional, la criminalidad en Panamá se va incrementando de manera extraordinaria, dejando a los especialistas del tema perplejos de las características y similitudes como se ejecutan los delitos.
Una de las provincias más afectadas por la violencia es Colón. Dijimos en el artículo: "Existe una estrecha ligazón entre violencia y degradación social. La miseria trae como consecuencia un mayor índice de criminalidad y violencia". Y es que en la provincia de Colón se da el deterioro familiar y esto va aunado a la realidad social por la cual atraviesa Colón.
Yo realicé trabajo social en una región de la ciudad capital, donde las estadísticas nos hablaban de un alto índice de violencia intrafamiliar y delincuencia. En los hechos delictivos predominaban, en un alto porcentaje, los menores de edad.
Según los especialistas, existe una estrecha ligazón entre violencia y degradación social. La miseria trae violencia. Hay que buscar la forma para que en Colón haya trabajo para la masa popular, especialmente, para los jóvenes.
Laboré como educador en un colegio técnico en la ciudad de Panamá; el 80% de los estudiantes, de 14 a 17 años, era de conducta irregular.
También realicé trabajo social allí, y las estadísticas nos hablaban de un alto índice de violencia intrafamiliar y delincuencia. En los hechos delictivos predominaba, el involucramiento de menores. Estoy de acuerdo con los especialistas: los problemas del siglo XXI son particulares de esta época, es decir, la época del neoliberalismo, que no es más que el desarrollo de la globalización capitalista, es decir, la integración mundial del capital financiero.
No cabe lugar a dudas, que los jóvenes y niños de nuestros barrios populares a causa del desempleo e inestabilidad laboral de sus padres o tutores, crecen con muchas carencias, resentimientos y baja autoestima.
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¿Y el narcotráfico? Los narcotraficantes encuentran en la pobreza el terreno abonado para las actividades delictivas, pues les ofrecen, a los jóvenes y niños pobres, dinero y bienes materiales para que se integren a las bandas delictivas.
Este es un asunto que nos afecta a todos, por lo que se necesita una política que reúna a juristas, miembros del poder judicial, fuerzas de seguridad e inteligencia, para articular una estrategia contra todas las modalidades del crimen.
Educador.
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