Opinión
La innovadora y creativa Helsinki, capital de Finlandia
- Jaime Figueroa Navarro
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Visitar Helsinki resulta un respiro de aire fresco en una escandinava Finlandia de amplia historia, pero relativamente joven declarando su independencia posterior a Panamá, en 1917.
Una Finlandia que espeta admiración, no solo por su fantástico nivel de vida sino también por su osada pasión por la libertad, incorporando su vigor a la Unión Europea en 1995 y a la OTAN en 2023, posterior a un extendido letargo de neutralidad ante la amenaza de Rusia, con quien comparte 1,340 kilómetros de fronteras.
Su amplio puerto de cruceros en pleno corazón de su ciudad histórica invita al visitante a aproximarse a la cercana catedral ortodoxa Uspenski, la mayor en Europa Occidental, ubicada sobre una colina, construida con más de 700,000 ladrillos rojos, fundada en 1868, representando sus 13 cúpulas a Cristo y sus 13 apóstoles con un inmaculado interior que invita a observar sus innumerables iconos y detalles.
La cercana Plaza del Senado, que bien podría describirse como una copia en miniatura de San Petersburgo, compuesta por edificios históricos de arquitectura neoclásica representa el centro vertebral del casco antiguo. Entre ellos figuran la Casa Sederholm, edificio de piedra más antiguo de Helsinki, el Palacio de Gobierno, la Catedral Luterana de Helsinki (Tuomiokirkko) y el edificio central de la Universidad de Helsinki, sede de la imponente Biblioteca Nacional, con una de las más amplias colecciones de libros del universo. Allí ubiqué en una de sus computadoras, para mi sorpresa, la disponibilidad de dos tomos, autoría de mi hermano Dr. Alfredo Figueroa Navarro, sociólogo, consagrado catedrático universitario panameño durante casi 5 décadas.
Destaca la visita a Helsinki la iglesia de Temppeliaukio, más que un templo, una maravilla cuyo interior se encuentra excavado dentro de una roca que invita por su acústica, donde apreciamos un concierto clásico donde se destacaba, sin par, la armonía de los diversos instrumentos musicales.
El Parque Sibelius en el barrio de moda Toolo, frente al mar, resulta el espacio verde más popular de la ciudad, cuyo centro exhibe una gigantesca escultura compuesta por 580 tubos de acero que cristaliza un sonido musical al soplido de los vientos.
Resalta Finlandia por su calidad de vida ocupando desde hace varios años el puesto número uno como país más feliz del mundo. Sus habitantes son felices porque han desarrollado óptimamente lo que ellos denominan la "infraestructura de felicidad" que incluye la sanidad, la educación, la economía, los derechos humanos, la gobernanza democrática, ausencia de corrupción y la cultura del voluntariado, figurando invariablemente entre los mejores países del mundo en cuanto a la transparencia y libertad.
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