La importancia de entender y poner en práctica los valores cristianos
Panamá, hoy que estamos viviendo situaciones que nunca pensamos que viviríamos, necesita hoy de tus dones y de tus talentos.
Panamá, hoy que estamos viviendo situaciones que nunca pensamos que viviríamos, necesita hoy de tus dones y de tus talentos.
La Constitución Política de Panamá en el Título III Derechos y Deberes Individuales y Sociales Capítulo 1º. Garantías Fundamentales, en su artículo 35 señala: "Es libre la profesión de todas las religiones, así como el ejercicio de todos los cultos, sin otra limitación que el respeto a la moral cristiana y al orden público. Se reconoce que la religión católica es la de la mayoría de los panameños". Es decir, que la mayoría de la población, cerca del 88% de la población, está bautizada en la Iglesia Católica, aproximadamente. En otras palabras, esta nación profesa que es cristiana.
Una nación cristiana, es una nación que cree y promueve valores como la fe, que es don de Dios; el amor a sí mismo y al prójimo, El valor del respeto hacia la todo lo creado por Dios, a la práctica de la honestidad, a la lealtad a estos principios y, sobre todo, un valor ineludible y característico de todo cristiano, que es la humildad. Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que estos son valores fundamentales de la fe cristiana.
Ahora, tenemos que comprender que en estos últimos años y con mayor fuerza desde la II guerra mundial (1940 – 1944), en el siglo pasado, las sociedades en América Latina han estado sumergidas en un proceso sociopolítico y religioso muy doloroso que ha cambiado de forma drástica este universo, permitiendo nuevos y accidentados modelos de sociedades con tendencias, principios y valores "neoliberales", algunos otros se han encaprichado en mantener un "ateísmo", a manera de protesta, por los modelos de gobiernos que hemos tenido desde esas épocas hasta la posmodernidad.
El marxismo, disfrazado de socialismo, no ha tenido éxito en nuestras sociedades, promoviendo el totalitarismo y dolor y muerte, nos persigue como una sombra perturbadora en el desarrollo del devenir de nuestros pueblos. Estos sistemas sociales y políticos (neoliberales o marxistas), ambos amenazan la existencia de una sociedad cristiana y por ello la Iglesia, extendida por todo el mundo, los rechaza de plano, porque son enemigos del mensaje de Jesús; sin embargo, la Iglesia está abierta a esa acción del espíritu para encontrar un camino en el modelo que nos invita Jesús: "El Reino de Dios". "Yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. (Mateo 16,18)."
Un valor es algo preciado, es "un bien", es lo más preciado que podemos tener en la vida. Los cristianos tenemos en nuestras vidas, gracias a la acción del Espíritu de Dios, dones, carismas, que van convirtiéndose en valores fundamentales de nuestra vida. Así, estos dones se convierten en "misión de vida" y marcan nuestra hoja de ruta en este devenir. Pablo de Tarso, cristiano y apóstol de la segunda generación de cristianos, y uno de los primeros en escribir lo que hoy conocemos como el Nuevo Testamento en la Biblia, enseñaba a la comunidad cristiana de Corintios que el Espíritu de Dios da, a cada uno, alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos. Es decir, los dones son dados para el beneficio de toda la comunidad y no para beneficio personal.
Como señalé, esos dones que derrama Dios, como presencia de su mismo espíritu, se nos ha dado gratuitamente y como una "misión de vida" que se convierte en un gran valor para el que lo agradece en su vida. A algunos se manifiesta la sabiduría; a otros, hablar con profundo conocimiento sobre los misterios de la vida; otros, reciben el don de la fe; otros, dones que les permiten curar a los enfermos; otros, tienen poder para hacernos ver milagros y fortalecer nuestra fe; otros, son profetas; otros, distinguen aquellas personas que tienen malas intenciones, "espíritus falsos"; a otros, orar en lenguas y a otros, el interpretar esas lenguas, dando a cada persona lo que a él mejor le parece. (1 Corintios 12,4-11).
Dones que se convierten en misiones de vida… ¿Cuál es el don que Dios te ha regalado? ¿En qué nivel se encuentra su actividad en beneficio de toda la sociedad? ¿Cuál es el grado de testimonio que das en el nombre de Jesús a esta sociedad incrédula? ¿Has encontrado tu misión de vida?
Panamá, hoy que estamos viviendo situaciones que nunca pensamos que viviríamos, necesita hoy de tus dones y de tus talentos. El mundo entero espera por ellos, tú tienes ese don preciado que necesita este mundo para que todos reciban esa gracia de Dios. Recordemos que toda la creación de Dios está esperando con impaciencia el momento en que Dios muestre al mundo quiénes son sus hijos (Rom.8:19).
Sacerdote
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