Panamá
La Guerra de los Mil Días fuera de los campos de batalla.
- Mauricio Mclean
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Un ex- revolucionario. Esta puya era para el presidente Belisario Porras quien residía en el palacio presidencial en San Felipe y desde allí podía ver la Bahía de Panamá, lugar de aquel encuentro naval y antiguo revolucionario liberal.

La guerra ha sido por lo general una experiencia ajena a los panameños en el siglo pasado, pero el mundo es mundo y Panamá por estar en el sufre todos los males de este. Fue así cuando el fanatismo, como pocas veces ha sucedido aquí, divide a los panameños. Pasados los años de este conflicto, éste era un tema de conversación que surgía de vez en cuando entre los que lo vivieron. Un personaje ficticio llamado "Ña Gregoria", para el periódico El Ají, que se caracterizaba por decir verdades certeras por medio de un lenguaje coloquial y popular, expresaba su indignación por la poco sutil acusación de cobardía que supuestamente el Dr. Llorent pronunció en una conferencia en 1922,años después de los trágicos sucesos. Je! en paz descansen las benditas ánimas der purgatorio! Tú no crees Teleforo que fue una mardá hacé matá tanto hijo ajeno en la revolución, pá vení a decí Llorent tan fresco, en presencia de tanto cristiano que había en ese teatro, que taban huyendo en la guerra porque tenían miedo!"Tal vez era un grito desesperado del Dr. Llorent en ese momento al decir esto aquella noche porque a su juicio, los liberales de verdad estaban desterrados en Panamá, siendo el Presidente Porras paradójicamente liberal.
Pasados los años ciertos periódicos panameños se tomaban la libertad de jugar al humor negro con hechos dolorosos de la guerra como lo muestra esta satírica al General Carlos Albán, quien fuera jefe civil y militar conservador en el istmo hasta el 20 de enero de 1902, cuando murió al hundirse el barco que él comandaba contra el liberal en una batalla naval en la Bahía de Panamá: de tu obra pacificadora en el istmo soy una prueba elocuente, cesaron mis luchas por la vida. Desde el mirador de mi suntuosa residencia contemplo el sitio donde te hundiste para siempre en el océano. Un ex- revolucionario. Esta puya era para el presidente Belisario Porras quien residía en el palacio presidencial en San Felipe y desde allí podía ver la Bahía de Panamá, lugar de aquel encuentro naval y antiguo revolucionario liberal.
Las guerras perturban la rutina de la vida. Es curioso que Panamá siendo tan poco poblado a principios del siglo XX, hubiera tenido la cantidad necesaria de personas para dividirse entre liberales y conservadores. Abundaban los soplones al servicio de los primeros, cuando estos estaban con estrella ascendente,que delataban conservadores, los metían presos para obligarlos a pagar fuertes rescates y llevarse caballos y ganado, saquear sus comercios,etc. Aunque a diferencia de lo que pasó en otras regiones de Colombia, aquí las mujeres no fueron violadas ni se cometieron crímenes atroces, según el Dr. José María Núñez Quintero.
Era común que los hombres se escondieran ante los rumores de la llegada de algún grupo de los ejércitos en lucha, prosiguió el Dr. Quintero en su relato lo mismo también pasó en Antón ante la llegada de Victoriano Lorenzo y sus huestes. La propaganda liberal, ha sido la que mayor éxito ha tenido en Panamá, comparada a la conservadora, los panameños en su mayoría eran del primer bando. Sin embargo, en Ocú en 1900, después del triunfo en las primeras escaramuzas contra los liberales que amenazaban por los lados del río Santa María, se recibió con loas y alegrías al coronel José María Núñez Roca, con su columna militar conformada por gentes de Azuero, llamada Campo Serrano. Vistieron a su pequeño hijo José María Núñez Quintero con uniforme militar de botones dorados para que recibiera a su padre quien hacía su entrada triunfal en el pueblo disparando salvas y gritando vivas al partido conservador. Parece mentira que siendo Panamá en ese tiempo tan abrumadoramente liberal, por aquellos años, un pueblo pudiera libremente organizar un recibimiento alegre a un ejército conservador. Este mismo Núñez Roca fue uno de los que protegió a los pobladores conservadores que huían en carretas desde Penonomé hacia Puerto El Gago, contra la guerrilla de Victoriano Lorenzo.
La tragedia en muchas ocasiones saca lo mejor del talento de las personas y es partera de obras maestras. Zoraida Díaz, singular y excelsa poetisa panameña, nacida en 1880, en Las Tablas, logró reflejar su dolor de viuda en su solemne y magnífico poema Deus dedit, Deus abstutit al perder a su primer esposo el capitán conservador Eleazar Escobar, muerto en la Batalla de Tonosí, sentimiento con el que muchas mujeres podían identificarse en Panamá durante aquellos dolorosos acontecimientos y más aún, ella sentía orgullo de su esposo al compararlo en el poema con un cruzado medieval, recordemos que el partido conservador era más afín a el catolicismo que el liberal.
Remedios era un pueblo agradable antes de la guerra, pero como lo bueno en esta vida dura poco, la desgracia del furor bélico, aparejado por la división social que produce odio entre los hombres, vuelve locas a las personas y quienes antes se llamaban amigos se enemistaron e insultaban a los que no pensaban igual que ellos, cuando tenían la oportunidad. Estando ya los liberales apoderados de Remedios, después del desembarco de tropas en Punta Burica en 1900, en un episodio de nuestra historia difícil de relatar, fue apresada la señora Zoila Rosas y condenada por el general Cano a ser paseada desnuda por conservadora en las calles del pueblo, pero los hombres tanto liberales como conservadores se opusieron rotundamente a este humillante acto que finalmente no se realizó.
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