La festividad de la Santísima Trinidad
En la declaración Niceno Constantinopolitano más expresamente se declara abiertamente que las tres personas son una sola divinidad y reciben por igual, adoración y gloria...
- Manning Maxie Suárez
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- - Publicado: 07/6/2020 - 12:00 am
La Trinidad entonces es un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Foto: Archivo.
En la Iglesia, extendida por todo el mundo, existen los credos, que son declaraciones de “nuestras creencias básicas acerca de Dios”.
Existen en la Iglesia tres Credos oficiales que son: El Credo Apostólico, El Credo Niceno y el Credo de San Atanasio.
Iniciemos nuestra reflexión del tema con lo que señalan los credos de las personas de la Trinidad.
Veamos primero la declaración oficial de la Iglesia en el Credo Apostólico.
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En este Credo solo encontraremos que tanto Dios Padre Todopoderoso, Jesucristo, su único Hijo, concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y Subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre y finalmente el Espíritu Santo.
Los tres reciben el mismo trato siendo los tres parte de aquello que llamamos “Dios”.
Esta confesión de fe es la que se utiliza cuando se celebra el sacramento del bautismo en la Iglesia.
En la declaración Niceno Constantinopolitano se dice: “Creemos en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas” (Declaración del Credo Niceno sobre la persona del Espíritu Santo).
Aquí, más expresamente se declara abiertamente que las tres personas son una sola divinidad y reciben por igual, adoración y gloria.
Las tres personas son una sola.
Esta confesión de fe la utilizamos en las celebraciones eucarísticas en las diferentes confesiones cristianas en todas partes del mundo.
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Y la tercera confesión de fe y menos conocida es la de San Atanasio, que es un antiguo documento que proclama la naturaleza de la Encarnación y de Dios en Trinidad.
El mismo señala sobre el tema: “Y la Fe Católica es ésta: que adoramos un solo Dios en Trinidad, y Trinidad en Unidad, sin confundir las Personas, ni dividir la Substancia; Porque es una la Persona del Padre otra la del Hijo y otra la del Espíritu Santo Mas la Divinidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo es toda una, igual la Gloria, coeterna la Majestad. Así como es el Padre, así el Hijo, así el Espíritu Santo. Increado es el Padre, increado el Hijo, increado el Espíritu Santo. Incomprensible es el Padre, incomprensible el Hijo, incomprensible el Espíritu Santo. Eterno es el Padre, eterno el Hijo, eterno el Espíritu Santo. Y, sin embargo, no son tres eternos, sino un solo eterno Como también no son tres incomprensibles, ni tres increados, sino un solo increado y un solo incomprensible. Asimismo, omnipotente es el Padre, omnipotente el Hijo, omnipotente el Espíritu Santo. Y, sin embargo, no son tres omnipotentes, sino un solo omnipotente. Asimismo, el Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu Santo es Dios. Y, sin embargo, no son tres Dioses, sino un solo Dios” ...
Y así san Atanasio va explicando cada uno de los elementos de las declaraciones oficiales de la Iglesia sobre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Lo más importante de su declaración es cuando señala: “Hay, pues, un Padre, no tres Padres; un Hijo, no tres Hijos; un Espíritu Santo, no tres Espíritus Santos. Y en esta Trinidad nadie es primero ni postrero, nadie mayor ni menor; Sino que todas las tres Personas son coeternas juntamente y coiguales. De manera que, en todo, como queda dicho, se ha de adorar la Unidad en Trinidad, y la Trinidad en Unidad” … La Trinidad entonces es un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
En base a estas declaraciones oficiales de la Iglesia, tenemos que decir: “Hay un solo Dios vivo y verdadero, eterno, sin cuerpo, partes o pasiones, de infinito poder, sabiduría y bondad; el creador y conservador de todas las cosas, así visibles como invisibles. Y en la unidad de esta naturaleza divina hay tres Personas de una misma substancia, poder y eternidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo” ... Esto es la Santísima Trinidad.
La celebración de la Festividad de la Santísima Trinidad, implica aún más para nuestras vidas cotidianas.
Jesucristo nos enseña que todos los que os sigan son templos de la Santísima Trinidad… “Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él… Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” (Juan 14,23.26).
Celebremos, pues, este año con alegría, ser parte de este gran Misterio, pues estas afirmaciones se encuentran ya en los escritos apostólicos, como este saludo recogido en la liturgia eucarística: "La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros" y con tu espíritu. Amén (2 Cor. 13,13; cf. 1 Cor. 12,4-6; Ef. 4,4-6).
Sacerdote.
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