Educación
La estrella que debe brillar
... señor presidente, como Sarmiento en una hora parecida, sepa que Gobernar es Educar. Su ejemplo es vital; su brazo es esencial. Que ni la Contraloría ni el MEF le digan que no se puede. Traslade gastos de inversión en cemento a inversión en conocimiento, tecnología, redes.
- Gregorio Urriola Candanedo
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- - Publicado: 02/7/2019 - 12:00 am
Hay que formar maestros y profesores con las competencias del siglo XXI. Foto: Archivo.
Para que la estrella educativa brille, el Gobierno debe acometer la reparación de todos los planteles en mal estado y meterle el acelerador a la construcción de al menos 10, porque sean prioritarios en la educación básica y media, sea por la matrícula, sea por los riegos del mal estado de las infraestructuras, sobre todo en las zonas urbanas que concentran mayor parte de la matrícula.
En lo administrativo urge hacer una auditoría de puestos y una reingeniería del propio ministerio.
Hay que purgar el ministerio de personal no idóneo y saber que aquí puede haber mucha gente con títulos pero sin competencias en gestión.
El organigrama del ministerio debe ser modificado con suma urgencia, apuntalando la parte administrativa de administración de recursos humanos con una informatización de toda la información de base, el uso de los controles geo-referenciados y un monitoreo semanal de avances.
Eso es posible en un sistema que abarca unos 3500 centros escolares (los cuales unos 500 son particulares, unos 47 mil profesores y 850,000 estudiantes).
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Igualmente debe establecerse una mesa de diálogo con todas las facultades que forman educadores en el país.
No podemos seguir formando maestros y profesores sin las competencias del siglo XXI.
Este verano debe ser una campaña modélica de recalificación de manos directivas de las escuelas y una sensibilización profunda sobre el Compromiso por la Educación Nacional.
Demos pie a la descentralización escolar, en tres fases, como se hizo con el sistema penal acusatorio.
Instálese un gabinete de emergencia educativa, una "fuerza de tareas" de inteligencia que refuerce la dirección del Meduca.
Y señor presidente, como Sarmiento en una hora parecida, sepa que Gobernar es Educar.
Su ejemplo es vital; su brazo es esencial. Que ni la Contraloría ni el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) le digan que no se puede.
Traslade gastos de inversión en cemento a inversión en conocimiento, tecnología, redes.
Facilitemos la contratación temporal de expertos extranjeros como hizo Juan Demóstenes cuando creó la Normal en Veraguas como el centro de la excelencia. Gente hay. Concurso internacional abierto para altos directivos.
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A grandes males, grandes remedios.
El tiempo es aquí y ahora.
Y una última sugerencia.
Créese el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología y dótese el país de una Ley de Educación Superior que coordine la acción académica y pare el despilfarro de los recursos que se reparten como migajas entre las 5 universidades públicas del país, y que las hace cenicientas a todas ellas.
Vuélvase al principio de especialización por grandes áreas de conocimiento y foméntese programas interuniversitarios en áreas críticas, como la propia formación de docentes.
No podemos seguir duplicando carreras que son muchas similares y mediocres pero ninguna de excelencia.
Exíjase que la primera tarea del Instituto de Estudios de Futuro sea un plan prospectivo de la educación superior al 2050, irrefrenablemente vinculado a temas de ciencia, tecnología e innovación, por un lado, y a la competitividad sistémica, por el otro.
Panamá necesita una refundación urgente.
La nueva República necesita nuevos republicanos informados y probos.
La educación es la estrella resplandeciente para alumbrar todo lo demás… aquí y ahora.
Docente Universitario. Exdirector Nacional de Educación.
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