Análisis
La dignidad humana
- Fausto Pérez
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Se discrimina al indio, al negro, al chino, al extranjero y a todo aquel distinto étnicamente; se abusa del poder o la autoridad en beneficio propio; se irrespeta o maltrata al otro o los otros; se instrumentaliza a las personas; se aprovecha de la pobreza y se utiliza al pobre
Uno de los grandes desafíos que enfrenta el ciudadano del mundo de hoy lo constituye adaptarse y acostumbrarse a algunos criterios y condiciones que parecieran erigirse como principios que gobiernan la lógica conductual del individuo y de la propia cultura de la sociedad del presente. Criterios basados en el relativismo, el pragmatismo, el hedonismo, el individualismo, la artificialidad y la permisividad se expresa en un individuo angustiado por la incertidumbre, la falta de fe y un vacío existencial. Los fundamentos y principios que han sido guía de las sociedades por siglos y siglos ya no son, o quedan relativizados o cuestionados; en medio de esa vorágine de destrucción de los pilares de las sociedades, salta una pregunta; ¿hay algún valor o fundamento que aún queda en pie, inmune a los dardos del relativismo? Nosotros afirmamos que sí, en efecto hay aún un fundamento que se mantiene incólume, pese a los embates propios de la sociedad posmoderna; nos referimos al valor de la dignidad humana, tema que es objeto de nuestro análisis en el presente escrito. Concepto de dignidad. Dignidad es un valor cualitativo consustancial a la condición humana. Elementos propios de la dignidad humana. La dignidad es una cualidad inherente a la condición humana, por tanto, no se pierde ni se puede renunciar a ella. Significa también que ese valor se encuentra en todos los seres humanos sin excepción, por tanto, es digno el pobre, el rico, el saludable, el enfermo, el distinto étnicamente, el religioso, el profano, el buen ciudadano, el criminal, el malo, el homosexual, el inmoral, el bueno, las mujeres, los varones, los niños, los que presentan alguna condición de discapacidad, incluso los que no tienen conciencia de sus actos.
La dignidad no depende de lo que seamos o lo que hagamos. La dignidad es irreductible e inmodificable: por tanto, no hay grados ni categorías de dignidad, su valor tampoco depende de circunstancias, contextos culturales; ni siquiera depende de los tiempos o épocas históricas. La dignidad no es un derecho, sino un principio fundamental para el derecho. Así lo deja consignado la declaración sobre derechos humanos de 1948, cuando establece en su artículo 1: "Todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos". Bajo el precepto bíblico: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza", la dignidad se convirtió en una de las mayores contribuciones del cristianismo a las civilizaciones. Los cristianos la entienden como el sello de Dios en el hombre.
Dignidad humana y patrones actitudinales
¿Qué ocurre cuando no hay conciencia de la dignidad del otro?
Se discrimina al indio, al negro, al chino, al extranjero y a todo aquel distinto étnicamente; se abusa del poder o la autoridad en beneficio propio; se irrespeta o maltrata al otro o los otros; se instrumentaliza a las personas; se aprovecha de la pobreza y se utiliza al pobre. Cuando se pierde conciencia de la dignidad, aparece la miseria de la naturaleza humana en toda su fealdad: la arrogancia que humilla, la cobardía que traiciona, la hipocresía que miente, la violencia que ultraja. ¿Qué ocurre cuando no se tiene conciencia de la dignidad de sí mismo? Se pierde la vergüenza; se ofende a Dios; se aceptan sentimientos de inferioridad; se mancilla el matrimonio; se abandonan los hijos y los padres; se albergan complejos de prostitución o sentimientos injustificados de culpa.
"La dignidad es el respeto que una persona tiene de sí misma, y quien la tiene, no puede hacer nada que lo vuelva despreciable a sus propios ojos". Concepción Arenal. Cita bíblica: "pues lo has hecho un poco menor que los ángeles y lo has coronado de gloria y de honra. Salmo 8.5. El ser conscientes de esta verdad abre nuestros ojos sobre el valor de nuestra condición humana.
Reflexión final. Somos dignos cuando respetamos a los otros y nos respetamos a sí mismos. El ser conscientes o no de la dignidad humana nos engrandece o nos empequeñece.
Docente
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