La crisis de las especialidades médicas
La carencia de especialistas en medicina y odontología es una situación que se viene dando desde hace muchos años y es la causa principal del distanciamiento de las citas médicas. Según datos proporcionado por la Caja de Seguro Social (CSS), hoy tenemos cinco endocrinólogos, nueve geriatras, ocho neurólogos, 48 oftalmólogos y seis reumatólogos, por mencionar algunas de las especialidades con este problema. Si todavía vemos la situación en las provincias de la República, este cuadro aún es más dramático.
El problema no se resolverá con traer especialistas del extranjero, que entre otras cosas, no sabemos la calidad de su preparación científica. Además, qué profesional médico de otro país vendrá a Panamá por B/. 1,300.00, que es el sueldo que devenga cada uno de éstos en su inicio, cuando ni siquiera puede ejercer por Ley la práctica privada.
Desde hace algún tiempo, los especialistas de algunas ramas de la medicina y odontología no recurren a buscar trabajo en las instituciones del Estado. Más de un 50% de ellos, que laboran en las instituciones, tienen por encima de 50 años; o sea que en poco tiempo se jubilarán.
Es, entonces, preciso tomar medidas integrales, antes de que la situación se torne más difícil al punto que la población no tendrá cómo buscar una consulta de especialista en el sector público.
Estas medidas no sólo pueden ser en materia económica, sino también que éstas brinden ciertas facilidades para la educación de los hijos y comodidades de la familia.
No nos olvidemos que nos estamos refiriendo a un profesional necesario para el desarrollo del país; por lo que proponemos algunas ideas que pueden ayudar a resolver la problemática existente:
Es necesario que planifiquemos con responsabilidad y criterio científico una situación que ya nos está afectando. No intentemos interpretar esta inquietud como la de crear privilegios para una clase de profesionales; pero en todos los campos, hoy día, para evitar el escape de personal capacitado, existen estas condiciones, lo podemos apreciar en los bancos y en las grandes empresas por ejemplo. Lo importante es enfrentar la situación antes de que se perjudique el pueblo.
"Cuando los hombres decentes no participan en política, los indecentes se aprovechan de ella, y entonces los decentes tendrán que callar." Ghandi.
([email protected])
El problema no se resolverá con traer especialistas del extranjero, que entre otras cosas, no sabemos la calidad de su preparación científica. Además, qué profesional médico de otro país vendrá a Panamá por B/. 1,300.00, que es el sueldo que devenga cada uno de éstos en su inicio, cuando ni siquiera puede ejercer por Ley la práctica privada.
Desde hace algún tiempo, los especialistas de algunas ramas de la medicina y odontología no recurren a buscar trabajo en las instituciones del Estado. Más de un 50% de ellos, que laboran en las instituciones, tienen por encima de 50 años; o sea que en poco tiempo se jubilarán.
Es, entonces, preciso tomar medidas integrales, antes de que la situación se torne más difícil al punto que la población no tendrá cómo buscar una consulta de especialista en el sector público.
Estas medidas no sólo pueden ser en materia económica, sino también que éstas brinden ciertas facilidades para la educación de los hijos y comodidades de la familia.
No nos olvidemos que nos estamos refiriendo a un profesional necesario para el desarrollo del país; por lo que proponemos algunas ideas que pueden ayudar a resolver la problemática existente:
Los especialistas deben iniciar con un sueldo no menor de dos mil balboas.
Incentivar la docencia investigativa.
Capacitar a los médicos generales para realizar los controles a los pacientes con enfermedades crónicas.
Crear incentivos y beneficios para laborar fuera de la capital.
Instituir una política nacional para la formación de especialistas en las ramas que más se necesitarán, tales como geriatría, endocrinología, oncología, y otras que los índices estadísticos nos indiquen.
Es necesario que planifiquemos con responsabilidad y criterio científico una situación que ya nos está afectando. No intentemos interpretar esta inquietud como la de crear privilegios para una clase de profesionales; pero en todos los campos, hoy día, para evitar el escape de personal capacitado, existen estas condiciones, lo podemos apreciar en los bancos y en las grandes empresas por ejemplo. Lo importante es enfrentar la situación antes de que se perjudique el pueblo.
"Cuando los hombres decentes no participan en política, los indecentes se aprovechan de ella, y entonces los decentes tendrán que callar." Ghandi.
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