Crisis
La COVID-19 y su afectación al sector petrolero
... el petróleo en el 2020 ha dejado de ser el tan preciado "oro negro", para convertirse en un incómodo problema de almacenamiento para los productores e inversores...
- Norman Jimbo
- /
- - Publicado: 20/9/2020 - 12:00 am
Una plataforma petrolera frente a la costa de Río de Janeiro, Brasil. Foto: EFE.
La COVID-19, que actualmente ha puesto al mundo en una de las crisis económicas más graves de la historia, se ha convertido en un virus que, aparte de terminar con vidas humanas también ha cambiado de manera radical la manera en la que viven las personas. En este sentido el sector petrolero, que ya venía en una clara debacle desde hace algunos años, ha sufrido un revés sumamente importante después de su última crisis previa a la pandemia.
Para el mundo y principalmente para los países productores, la crisis llamada "Gran Reclusión", que causó una caída diaria del precio del petróleo en un 300%, debido a la sobreoferta que existía en el mercado, tuvo graves consecuencias para los mercados futuros que controlan el "oro negro".
En un hecho sin precedentes en el que ni los inversores más pesimistas o las personas que han vivido una caída de los precios anterior hubieran imaginado, el precio del crudo se colocó en números negativos (USD -40 en su peor momento), causando que ningún barril que se extraiga se pueda vender y, por lo tanto, deba ser almacenado sin una demanda clara, aparece el virus mortal que nos aqueja y detiene al mundo dando así un golpe de remate a los mercados financieros basados en este hidrocarburo.
Pese a que desde su descubrimiento el mundo ha tenido una clara dependencia del petróleo, actualmente la pandemia ha detenido en gran parte todos sus usos y produjo, sin éxito, el control de los precios del crudo, para intentar controlar el mercado, lo cual ha generado graves crisis en los países productores y ha mostrado que aunque es necesario, la sobreexplotación solo ha llevado a superar la demanda y, hasta cierto punto, no saber qué hacer con lo que se extrae.
En este sentido, aunque la mejor opción sería dejar de producir barriles de crudo (inclusive ayudaría mucho al medio ambiente) no es tan fácil cuando los países dependen de la exportación y las divisas que genera esta industria.
La OPEP y algunas otras organizaciones, que han manejado los mercados petroleros, han tenido que tomar acciones para evitar "guerras" de precios, que resultaron poco significativas, ya que no tuvieron el impacto necesario. Para detener esta caída, han cambiado de estrategia y ahora se enfocan en esperar a que las cosas vuelvan a la normalidad, de manera rápida, lo que ha causado preocupación debido a que no existen visos de solución para estos inconvenientes.
Como podemos notar, el petróleo en el 2020 ha dejado de ser el tan preciado "oro negro", para convertirse en un incómodo problema de almacenamiento para los productores e inversores que han visto cómo la pandemia acaba con sus esperanzas de recuperaciones milagrosas y de generación de réditos que siempre han tenido. Pero podría significar un descanso para el medio ambiente y nuevos paradigmas, enfocados al uso de energías limpias, generando así un impacto positivo en el mundo.
Además, el virus, que actualmente atemoriza al mundo, ha logrado desnudar aún más las debilidades de mercados especulativos y controles poco efectivos en todo lo que respecta al hidrocarburo, que dejan mucho qué desear de las personas y empresas que manejan este rubro.
VEA TAMBIÉN: Parece que nos hemos olvidado de nuestra casa común
Estudiante de Maestría en Gerencia Estratégica. de la Universidad Interamericana de Panamá.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.