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La birria y la función de juego
...es necesaria una perspectiva más equilibrada, que considere no solo los posibles efectos negativos, sino también los beneficios de jugar estos juegos...
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...es necesaria una perspectiva más equilibrada, que considere no solo los posibles efectos negativos, sino también los beneficios de jugar estos juegos...
Las experiencias de juego mejoran la competencia social en los niños. Algunos investigadores proponen que los juegos permiten a los niños interactuar con experiencias sociales y simular consecuencias emocionales alternativas. Foto: Archivo.
Los videojuegos son una parte omnipresente de la vida de casi todos los niños y adolescentes, con un 97% jugando durante al menos una hora por día en los Estados Unidos, por mala fortuna no tenemos este dato para la población panameña.
La gran mayoría de las investigaciones de los psicólogos sobre los efectos de los "juegos" ha tenido un impacto negativo: el daño potencial relacionado con la violencia, la adicción y la depresión.
Sin embargo, opinamos que es necesaria una perspectiva más equilibrada, que considere no solo los posibles efectos negativos sino también los beneficios de jugar estos juegos.
Considerar estos beneficios potenciales es importante, en parte, porque la naturaleza de estos juegos ha cambiado drásticamente en la última década, volviéndose cada vez más compleja, diversa, realista y social.
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La psicología evolutiva ha enfatizado durante mucho tiempo las funciones adaptativas del juego, y en la psicología del desarrollo, la función positiva del juego ha sido un tema recurrente para algunos de los académicos más respetados en el campo.
Algunos investigadores proponen que los juegos permiten a los niños interactuar con experiencias sociales y simular consecuencias emocionales alternativas, que luego pueden provocar sentimientos de resolución fuera del contexto de juego en cambio otros investigadores teorizan que el juego de fantasía les brinda a los niños oportunidades para reproducir conflictos de la vida real, para resolver resoluciones ideales para su propio placer y para mejorar los sentimientos negativos.
Por encima de la cognición social, los desarrollistas enfatizan que el juego constituye un contexto emocionalmente significativo a través del cual los temas de poder y dominio, agresión, crianza, ansiedad, dolor, pérdida, crecimiento y alegría se pueden representar productivamente, en adición, de forma empírica se han establecido los vínculos entre la propensión de los niños a jugar y su desarrollo de habilidades cooperativas, competencia social y aceptación de los compañeros.
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La investigación neurocientífica con ratas sugiere mecanismos cerebrales específicos que ayudan a explicar cómo la lucha contra el juego en particular conduce al desarrollo de la competencia social.
Los estudios experimentales de laboratorio indican que la lucha contra el juego produce la liberación de factores de crecimiento químico en las partes del cerebro que están coordinadas para actividades altamente sociales (por ejemplo, la corteza frontal orbital), promoviendo así el crecimiento y el desarrollo de estas áreas.
Dada la similitud de los animales humanos y no humanos en términos de varias formas de juego, puede haber un mecanismo similar por el cual las experiencias de juego mejoran la competencia social en los niños.
Licdo. En Biología con orientación en Biología Animal.
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