Libro inspirador
La Biblia, fuente de sabiduría, sacrificio y lealtad
- Modesto Rangel Miranda/opinion@epasa.com
El poder hoy tener la Biblia como libro de estudio o consulta es producto de los más grandes sacrificios que el hombre haya tenido desde el Antiguo Testamento, luego con el dominio del imperio Romano, con las cruzadas, las persecuciones en Europa efectuadas por los reyes….
Lo fundamental de todo ser humano es aprender, entender y saber cómo grandes escritores tuvieron esa inspiración de hombres como Moisés, Josué, Calé, Gedeón, Sansón, el profeta Ismael, David, Salomón, Josafat, los profetas menores y mayores, los cuatro evangelistas, el aporte del apóstol Pablo en sus cartas como Hechos, Romanos, Gálatas, Filipenses, Tesalonicenses, Colosenses, en tener una amplia capacidad de inspiración al momento de redactar los principios y contenidos esenciales en la Biblia.
Después del ascenso de Nuestro Señor Jesucristo a los cielos, las persecuciones contra los cristianos y la enseñanza de los conocimientos por aprender de la Biblia se hicieron más fuerte ya que uno de los perseguidores fue el Impero Romano, quien no vacilaba para desgarrar la espada filosa dorada contra los cristianos, pero no bastó que por más de cientos de siglos la Biblia traspasara la oscuridad mental en toda Europa. Esto constituyó la etapa más dura y difícil del cristianismo, ocurrida después del rompimiento entre Martín Lutero y el papa León X, quien cuestionaba las acciones del monarca eclesiástico, caracterizado por no vacilar en hacer sus bulas de indulgencias en toda en Alemania. El marco referencial se afianzaba con los pensamientos emitidos por Juan Calvino, quien fue defensor de los principios contra el papado en toda Europa.
La lucha del cristianismo se incrementó por toda Europa, donde Johannes Gutenberg, autor de la Carta Magna, divulgó más de 300 ejemplares de la Biblia, siendo difundida en toda Alemania y algunas provincias. El poder real dictaminó una fuerte sentencia poniendo en peligro su vida y la de su sobrino quienes emigraron de Alemania a Francia, ya que atentaban contra los principios monárquicos.
Quienes dedicaron sus vidas a expandir el sabio conocimiento de la Palabra de Dios, constituyeron el brazo fuerte de las persecuciones en Alemania, Francia e Inglaterra. Pero el punto más trascendental y completamente borroso fue la matanza de cristianos conocida como "la matanza de San Bartolomé”, hecho ocurrido en la noche del 24 de agosto de 1572 cuyo precio humano fue más de 10 mil personas como resultado del matrimonio de Carlos IX y Catalina de Medecis. El acto más inhumano se pudo observar como sufrieron muchas personas por ser contrarios a los lineamientos del Rey Carlos IX.
Romper los lineamientos y las cadenas que imponían los reyes a los pueblos al momento de conocer no solamente la Biblia sino aprender, constituía un verdadero crimen, ya que se mantenían ciertos principios donde filósofos y pensadores del periodo de la Ilustración como Voltaire, Mostesquiev y Rousseau cuestionaron el fiel procedimiento y estamento legal que los reyes mantenían su poder y aparato represivo en toda Europa.
John Adams sostenía que "La providencia Divina le había dado al hombre la capacidad de estudiar, prepararse y conocer de la Biblia, como fuente de transformación y pensamiento en el ser humano”. Esta lucha inspirada en los ideales de libertad y del conocimiento del ser humano, inspiró un cambio en la sociedad europea. Muchas personas iniciaron un verdadero peregrinaje hacia tierras desconocidas que permitirían expandir más el estudio y conocimiento de la palabra de Dios. Fue así que después de muchas persecuciones, la Biblia llegó a tierras americanas con los primeros peregrinos en 1620, cuando fundaron la colonia de Baltimore, Maryland. En 1621 fundaron la primera iglesia cristiana en América. En 1622 agradecieron a Dios tener la oportunidad de difundir y compartir la palabra con los indios sioux.
Las persecuciones se incrementaron un siglo después, cuando el Rey Jorge VIII prohibió a los colonos estadounidenses ir a las escuelas y aprender más del estudio de las Sagradas Escrituras. Lo cierto es que ante la imposición de los impuestos que se le impuso a los colonos, los rebeldes bostonianos encabezados por Patrick Henry lanzaron la famosa frase, "Denme la libertad o la Muerte", frase que demostraba el derecho de un pueblo en tener su propia libertad en todos sus ámbitos y cuyos principios sostenía el pleno derecho constitucional y religioso establecidos en aquellos principios de libertad emitidos por Voltaire, Montesquieu y Rousseau donde el ser humano era libre de elegir su camino.
El poder hoy tener la Biblia como libro de estudio o consulta es producto de los más grandes sacrificios que el hombre haya tenido desde el Antiguo Testamento, luego con el dominio del imperio Romano, con las cruzadas, las persecuciones en Europa efectuadas por los reyes y los poderes cercanos a la monarquía, la lucha por la Independencia estadounidense, la revolución francesa, la guerra civil estadounidense, las dos guerras mundiales y en especial, las persecuciones de aquellos misioneros que se han comprometido con la finalidad de llevar la palabra de Dios a regiones conflictivas de otras partes del planeta tierra.
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