Anécdotas
José María, una vida campesina en El Cortezo
- Stanley Heckadon-Moreno/opinion@epasa.com/
“Me vine pá' acá', pá' Tonosí, buscando tierra, montaña, porque en el Faldar de Macaracas la tierra era mala, mucha piedra. Tampoco tenía tierra propia”.
En 1976, entrevisté a José María De León Rodríguez en El Cortezo Abajo. Caserío llamado por el árbol de Cortezo, que abundaba cuando el valle del Tonosí estaba cubierto de selvas. Al abrirse el camino de Macaracas a Tonosí, trajo la colonización y loS bosques se tornaron en potreros.
A este árbol los botánicos llaman Apeiba membranácea. Alcanza 30 metros de alto, de su tronco hacían balsas para cruzar ríos. Su gruesa corteza daba fibras para amarrar botes y de sus semillas obtenían brillantina para el pelo, antes de las pomadas extranjeras.
José María dijo que creía tener 70 años. Quizá había nacido en 1906. Tres años tras separarse Panamá de Colombia, a cuatro del fin de la Guerra de los Mil Días (1899-1902), el más violento de los conflictos civiles colombianos que arruinó el Istmo. En 1904, los americanos iniciaron el canal y establecieron la Zona.
La república y las obras del canal trajeron una bonanza y cambios, sobre todo en Panamá y Colón urbes a la vera de la vía interoceánica. El progreso llegaría al Interior lentamente. En 1906, el gobernador de Los Santos, I. Quinzada, visita Macaracas. El municipio tenía dos casas en la plaza. En una estaba el cuartel, la cárcel y la alcaldía. En la otra, la escuela de varones.
José María nació en el Faldar de Macaracas.”Mi papá era agricultor. En ese tiempo si usté' tenía tres vacas era rico. En ese tiempo nadie tenía tierra cercá' de alambre como ahora. La gente estaba ignorante. Se trabajaba cualquier pedazo de tierra y se soltaba pá' que otro la trabajara despuej. Mi papá trabajaba tierras del municipio.”
“Me vine pá' acá', pá' Tonosí, buscando tierra, montaña, porque en el Faldar de Macaracas la tierra era mala, mucha piedra. Tampoco tenía tierra propia”.
“Le trabajé a Antonio Rodríguez, comerciante español de Chitré, que me daba monte pá' que se lo desbaratara, lo sembrara y se lo dejara sembrá'o de paja faragua. No me cobraba las partes de la cosecha porque era madera gruesa y el trabajo era muy duro. Yo trabajaba con piones gana'os del mismo lugar, amigos”.
“Luego me vine pá' la Colorada de Macaracas, 'ónde había monte grueso de verdá'. Me vine buscando montaña pá' mantené' la familia. Yo tenía cinco muchachos. Yo compré como doscientas hectáreas a Bruno Benavides. Duré diez años en la Colorada. La tierra era mala, colora'ita. Sembraba arroj, maij, frijol a chuzo y coa y también sembraba paja pá' mí, porque tenía vaquitas, como unas doce. No sé qué año era eso. Las vaquitas me daban máj plata porque ni el arroj, ni el maij, valían. Ná' más eran pa' el consumo de la casa. Gente de afuera venía a comprá' las vacas.”
“Salimos de la Colora'ita porque el pasto no orea, se seca, no crece verde como acá en Tonosí. En verano 'tán secos. Pero no prosperamos con la agricultura. Trabajamos duro y no rendía ná'. El arroj salía vano, el maij no crecía, la mazorca salía chiquita. El frijol no daba, salía embroma'o. La yuca daba. No logré tumbar to'a la montaña, quedaron ciertas orillas. En ese tiempo la madera se perdía. Había bastante pero nadie la compraba”.
“Todo lo trabajé con piones ganao's, no había plata, na' valía. Su usté' tenía 50 dóla' era millonario. Hice juntas pá' socola, pá' cojé' maij, cojé arroj, aunque tuviese vano. También hice pionadas pá' socolá maij y arroj. Junta pá' socolá y pioná' pá' tumbá monte.”
“No me acuerdo cuando entramos al Cortezo. Fue hace 23 o 25 años. To' era montaña. Decían que estas tierras eran de los gringos-la Tonosi Fruit Co.-por eso no compramos. Muchos me ofrecieron, no quise pensando me lo iban a quitá'. Lo ajeno es lo ajeno.”
“En dos viajes a caballo trajimos to', las gallinas, la ropa, las cosas de la casa. Vendí lo que tenía allá. No cojí más de mil dóla'. Vendí mi trabajo, el potrero que había hecho. Las vacas me las traje, como una docena”.
“Yo compré un terrenito a Balbino Chave que ahora está en Portobelo. Ya tenía yerbita. El era de Tonosí, agricultor. Le compré como cien hectáreas con monte. Mi idea era jacé' potrero y la agricultura.”
“Había mucha gente de montaña. Ni el solar tenían limpio. Tumbaban el monte y lo soltaban pá' que el monte creciera. Esa gente era to'a de Tonosí. A uno lo consideraban sabio porque venía de afuera. El gana'o lo sacábamos a pie hasta Llano de Piedra, muy mala la salida, gastábamos dos y tres días. El arroj y maíz eran pa'l gasto”
“Aquí comenzó a entrá' gente cuando hicieron el corte de la carretera de Tonosí. Agricultores que venían buscando el valle. Aquí el valle es muy bueno.”
Antropólogo
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