Elecciones
Incertidumbre en Washington
Todos, indistintamente de latitudes, estamos atravesando momentos muy difíciles, resultado de la pandemia y nadie sabe, a ciencia cierta, su desenlace final, pero Estados Unidos rebasa la insensatez por su diferendo político.
- Jaime Figueroa Navarro
- /
- - Publicado: 10/10/2020 - 12:00 am
La posibilidad de una elección reñida o cuestionada, conlleva la posibilidad de serios enfrentamientos entre las partes. Foto: EFE.
A menos de un mes para la celebración del sufragio en Estados Unidos, el país se encuentra frágilmente dividido como jamás en su historia desde el final de la guerra civil en 1865.
Polarizado por profundas diferencias en temas como el manejo (o pésima administración) de la pandemia de la COVID-19, el trato a las minorías, el derecho a portar armas, protegido por la segunda enmienda de la constitución y el control de la corte suprema de justicia, entre otras.
Indistintamente de su opinión, a favor de un bando u otro, la posibilidad de una elección reñida o cuestionada, conlleva la posibilidad de serios enfrentamientos entre las partes que podría llevar a un violento y extendido desenlace.
A nadie, en su sano juicio, hasta hace poco tiempo, se le hubiese ocurrido la posibilidad de esta coyuntura en la patria del paladín de la democracia.
Todos, indistintamente de latitudes, estamos atravesando momentos muy difíciles, resultado de la pandemia y nadie sabe, a ciencia cierta, su desenlace final, pero Estados Unidos rebasa la insensatez por su diferendo político.
Algo tan sencillo y lógico como el portar mascarillas para frenar el contagio del virus, se rebaja a discusiones de cantina donde el fin de semana pasado, en Nueva York, fue asesinado un hombre de 80 años por llamarle la atención a otro por no portarla.
Triunfe el candidato que gane, muchos norteamericanos, sobremanera los jubilados, aquellos que reciben pensiones del seguro social, casi 50 millones de ciudadanos, ante el sombrío horizonte de una violencia desenfrenada, buscarán pastos más verdes del otro lado del muro. A esta impresionante cifra ¡se suman 10,000 personas diarias!
Adicionalmente, reforzado por el estallido de la COVID-19, se ha establecido una nueva metodología de trabajo virtual donde la oficina tradicional ha quedado atrás y muchas posiciones no exigirán una presencia física.
VEA TAMBIÉN: Una crisis para repensarnos
Con los adelantos en procesos, a punto de adentrarnos en la tecnología 5G, el trabajador podrá cumplir con sus funciones desde cualquier paraje del globo terráqueo.
Para nosotros, para Panamá, todo ello presume un reto histórico, para el cual ya paladeamos fogueo. A finales de la primera década de este siglo, resultado del vertiginoso crecimiento inmobiliario de la ciudad capital, extendido a ramales en provincias, desarrollando las playas colindantes del Pacífico, tierras altas chiricanas y la península de Azuero, nos transformamos en un potente magneto a la inversión foránea.
Lastimosamente, poco arraigó el experimento. Y mucho tenemos que aprender para transformar la nueva oportunidad en un extendido y continuado emprendimiento para el pleno desarrollo del país.
Que la pandemia no subsista en las hojas del libreto de la historia como un triste retroceso, sino como el genuino laboratorio de las incidencias del auge económico.
VEA TAMBIÉN: La diversidad cultural de los pueblos indígenas de Panamá
Panamá lo ofrece todo. Es una lástima la ausencia de un plan para pescar las presas más jugosas de los mares con el establecimiento de reglas claras y precisas que permitan, que fomenten, que exciten su enorme atractivo.
Flaqueamos en nuestro empeño por falta de detalles. La apertura de cuentas bancarias por el ingente lote de jubilados norteamericanos debería ser automática para el recibo de sus pensiones de seguro social, algo que a su vez engrosaría la liquidez del sistema bancario con fondos frescos, limpios y permanentes.
La agilización de todos los procedimientos legales y comerciales referente a la adquisición de bienes raíces secaría el vasto inventario de viviendas disponibles en nuestro entorno.
Nuestra penetración allá, una constancia en la presentación de conferencias y presencia permanente en convenciones que van más allá que la simpleza de paisajes en publicidad competitiva con otros lares, que precisamente nos dominan por su firmeza y constancia. Panamá lo proporciona todo y más.
Sencillamente no nos hemos sabido vender. Este es el momento de legislar para apretujar la mayor cantidad del jugo de las oportunidades que nos brinda la pandemia en reemplazo del quejido colectivo que nos agobia. ¡Hagámoslo!
Líder empresarial
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.