Impacto de la COVID-19 en la estructura interna de la Policía Nacional
Yo tuve la COVID-19 y lo supe meses después por una prueba de antígenos. Fui asintomático y de seguro potencial foco de contagio para otras personas. Lo mismo está pasando ahora que las autoridades de salud han dicho que hasta el 30% de la población podría ser asintomática.
- Omar Buitrago Rodríguez
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- - Actualizado: 26/11/2020 - 12:31 pm
Las personas al margen de la ley, buscan la manera de delinquir, mientras la Policía Nacional afronta el reto de atender a sus unidades contagiadas para que se recuperen pronto. Foto: Víctor Arosemena. Epasa.
En nueve meses de haber llegado la COVID-19 a Panamá, unas 153,577 personas se han contagiado, de estas 2,946 han muerto (datos al 21 de noviembre de 2020). En la Policía Nacional, muchos uniformados hemos sido contagiados, inclusive compañeros y compañeras han fallecido.
En este tiempo ha quedado demostrado que la pandemia nos afecta a todos, pero no a todos por igual. Reportes de organizaciones internacionales y de las autoridades de salud dan cuenta de grupos vulnerables más afectados económica y socialmente por la pandemia, además de la carga psicológica y emocional que implicó el confinamiento.
Los miembros de la Policía Nacional y los compañeros de la Fuerza de Tarea Conjunta, estamos expuestos debido a nuestro trabajo. Somos uno de los grupos en riesgo.
Pero qué significa esto. La policía no ha dejado de trabajar en estos meses, de hecho, se han redoblado los esfuerzos para poder cumplir con las necesidades que implica apoyar a las autoridades de salud en la contención de los contagios.
Trabajamos para contener la enfermedad, mientras realizamos nuestro trabajo ordinario del día a día, porque como se refleja en los noticieros, la delincuencia no está en cuarentena.
Un policía contagiado es una baja para las necesidades que tiene el país. Es necesario que, al ritmo que la población aumenta los cuidados para detener los contagios, la policía también doble esfuerzos en cuidados personales y de bioseguridad, ya los niveles de exposición son mayores y, al tiempo que nos protegemos nosotros y a nuestras familias, reducimos los contagios en la población.
Panamá requiere bajar el número de contagios y esta es una responsabilidad colectiva, todos debemos ser conscientes.
La COVID-19 parece haber llegado para quedarse. Los seres humanos somos resilientes, aprenderemos a adaptarnos. Antes la consigna del lavado de manos era importante, ahora lo, es más. Las mascarillas, el gel alcoholado y las tomas de temperaturas se han convertido en parte de nuestro día a día; al tiempo que los abrazos, las vistas a los familiares y las reuniones entre amigos han tomado el camino de la conexión digital. Estamos físicamente separados, pero digitalmente conectados.
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Muchos de nosotros hemos estado aislados en hoteles, casas y cuarteles para proteger a nuestras familias, por haber estado expuestos a casos positivos de la COVID. Parte de nuestro trabajo, pero emocionalmente difícil de afrontar como lo es para cada uno de los panameños y panameñas y el mundo.
Yo tuve la COVID-19 y lo supe meses después por una prueba de antígenos. Fui asintomático y de seguro potencial foco de contagio para otras personas. Lo mismo está pasando ahora que las autoridades de salud han dicho que hasta el 30% de la población podría ser asintomática.
La noticia positiva es que el número de pruebas realizadas aumenta todos los días y así hay oportunidad de que muchas más personas conozcan su condición, aun si son asintomáticos.
Tendremos una vacuna pronto y se espera que la policía esté en los primeros grupos en recibirla, mientras nos toca a todos extremar las medidas de bioeguridad, al tiempo que continúan las aperturas de los sectores económicos y productivos.
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La COVID-19 ha marcado un antes y un después en todos, muchos hablan de la nueva normalidad, una normalidad en que las personas al margen de la ley, con o sin mascarilla, buscan la manera de delinquir, mientras la Policía Nacional afronta el reto de atender a sus unidades contagiadas para que se recuperen pronto.
Lamentablemente, en este tiempo también hemos acumulado bajas de policías que han perdido la batalla contra la COVID. Lamentamos las muertes, todas representan a una familia y por ellas y por todas las familias de las personas que también han perdido la batalla, continuamos en las calles honrando el lema de Proteger y Servir.
Estudiante de maestría de la Universidad Interamericana de Panamá.
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