Sociedad
¿Hogar o casa?
Una familia engrandece la sociedad, una sociedad formada por familias integradas entre sí; hacen que el mundo sea mejor.
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Una familia engrandece la sociedad, una sociedad formada por familias integradas entre sí; hacen que el mundo sea mejor.
La célula de la sociedad es la familia, una familia forma un hogar, no llena una casa. Foto: EFE.
Un hogar es un nido formado por personas que se aman mutuamente, y donde todos están pendientes del bienestar del otro. En un hogar vive una familia. En cambio en una casa vive un grupo de personas, que a veces no se ven porque cada uno vive en su mundo.
Nadie sabe qué hace el otro, porque lo ve de vez en cuando.
El papá no habla con los hijos porque, o se tiene que ir muy temprano y regresa cuando están dormidos; o cuando está en casa no tiene tiempo porque está ocupado hablando por su iPhone, tablet, o en conferencia con sus amigos por zoom.
La mamá siempre tiene un compromiso con las amigas, o en el salón de belleza o tiene que ir de compras, hacer visitas, tiene la agenda llena.
Los hijos andan perdidos, desorientados, ansiosos, visitan psicólogos, metidos de cabeza en sus aparatos tecnológicos, buscan “amigo(as)” para contarles sus cosas, se vuelven rebeldes, no saben a qué hora llegará la mamá, ni a qué hora se fue el papá.
La doméstica o servidora que atiende la “casa”, no sabe si habrá quién coma ese día o si están invitados a hacerlo afuera.
Un verdadero desastre. Eso es una casa.
La célula de la sociedad es la familia, una familia forma un hogar, no llena una casa. Una familia engrandece la sociedad, una sociedad formada por familias integradas entre sí, hacen que el mundo sea mejor.
Una familia vela porque no se deteriore la moral y la relación de unión entre sus miembros, por más pruebas que tengan que pasar, porque sabe que de esa estabilidad emocional, depende su paz y tranquilidad.
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Si el papá está al tanto de lo que interesa a la mamá y viceversa, los hijos no tienen mayor problema, porque el interés de ambos será siempre la felicidad del hogar.
Si hubieran más hogares y menos casas, no estaríamos confrontando una escasez tan grande de valores morales, causa de ese cáncer que tiene postrada a la sociedad actual.
Vivir en una “casa” no permite a las personas que la habitan tomar conciencia de su deber y compromiso en el medio ambiente que le rodea, porque solo se preocupa de sus intereses personales, y padece espasmos psicológicos cuando los ve amenazados.
Muchos forman un hogar, en una choza y otros viven en una casa, teniendo una mansión.
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Cuando la pareja planea casarse y buscan dónde vivir, se preocupan por adquirir una hermosa y cómoda “casa” que llene sus expectativas y sentirse orgullosos por el bien adquirido, eso está muy bien, siempre y cuando tengan presente la finalidad que es formar un hogar, no presumir una linda vivienda ante sus amistades.
Si Dios les permitió adquirirla por su situación económica, no pierdan la ocasión de convertirse en células para aportar valores a la sociedad, tan carentes de ellos.
Escritora.
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