Festividad
Guayaquil
Una comunidad en el interior de Panamá que guarda sus tradiciones es Guayaquil, ubicada en el corregimiento de Nuevo Santiago, provincia de Veraguas, celebra cada 24 de junio, la festividad de San Juan, patrón de la comunidad.
Festividad
Una comunidad en el interior de Panamá que guarda sus tradiciones es Guayaquil, ubicada en el corregimiento de Nuevo Santiago, provincia de Veraguas, celebra cada 24 de junio, la festividad de San Juan, patrón de la comunidad.
El sonido del tambor, los cantos y las tradiciones volverán porque son parte del corazón y de los sentimientos de las personas, de las comunidades y de las regiones panameñas. Foto: Archivo.
De tradiciones e identidad nacional están llenas las tierras interioranas de Panamá.
El sentimiento de amor y respeto hacia un país nace desde el sentimiento familiar, comunitario, regional y nacional.
Por esa razón, sin importar dónde se encuentre una persona, siempre los recuerdos de su tierra lo acompañarán.
En el interior de Panamá, diversas comunidades celebran sus fiestas patronales o tradicionales. Dichas fiestas y su continuidad, representan un sentimiento de pertenencia de una población.
Una comunidad en el interior de Panamá que guarda sus tradiciones es Guayaquil, colorida comunidad ubicada en el corregimiento de Nuevo Santiago, en la provincia de Veraguas, que celebra cada 24 de junio, la festividad de San Juan, patrón de la comunidad.
La tradición de la comunidad viene de antaño y se consolida en el siglo pasado.
Inicialmente, la festividad era solo celebrada por los miembros de las familias de la comunidad, muchos de los cuales, inclusive, si por alguna razón residían en otra región, regresaban para celebrar la actividad.
Los tambores y cantos de la celebración sonaban desde tempranas horas y continuaban durante todo el día recorriendo el pueblo casa por casa, familia por familia, por parte de los miembros de la comunidad de la época que vivían esta festividad folclórica, donde cada casa tenía alimento o bebida que brindar, por mucho o poco que fuera, a las personas que amenizaban el jolgorio.
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Era el sentimiento de una generación de familias panameñas que sembraron la tradición tales como Vega, Tejedor, Castrellón, Hernández, Batista, Calderón, Atencio, entre otras, que inicialmente poblaron la comunidad; porque el corazón de las tradiciones de la comunidad son su gente, son las familias que establecieron una fecha para celebrar la unidad de una comunidad formada inicialmente por campesinos que trabajaban con esfuerzo y orgullo su tierra; celebrando sus cosechas de maíz y arroz, así como de la caña de azúcar utilizada para preparar miel de caña y raspaduras o panelas con los tradicionales trapiches; porque era el sentir del silbido del abuelo llamando las vacas, de los bueyes con sus carretas artesanales transportando el fruto de la tierra y las salomas a la distancia; entre otras tantas actividades típicas de una comunidad interiorana.
Si hay una tradición llamada San Juan en Guayaquil, la misma nació del corazón de sus pobladores, la esencia del folclore panameño.
Considerando que folclore (según el diccionario de la Real Academia Española) es el conjunto de costumbres, creencias, artesanías, canciones, y otras cosas semejantes de carácter tradicional y popular.
Durante los últimos años, han sido muy importantes los aportes realizados por destacados guayaliqueños, tales como el licenciado y folclorista panameño Alex Vega, así como otros destacados miembros de la comunidad, por mantener la tradición de la comunidad incorporando nuevos elementos válidos dentro de la tradición, sin perder la esencia original de la misma.
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San Juan continuará siendo los sonidos rítmicos de los tamboritos, los cantos tradicionales, el acordeón, los sombreros pintados, la pollera, la cabalgata, las tunas, las comidas típicas, los encuentros familiares, la gracia de la reina de la comunidad durante su visita por las residencias para recordarles a los pobladores que San Juan está vivo y que la comunidad de Guayaquil está abierta a todos los que quieran sumarse a la celebración.
Es verdad que este año la pandemia de la COVID-19 ha generado una situación sanitaria y socioeconómica única en su tipo que silenció las celebraciones no solo en Guayaquil, sino también en Chitré, Santiago, David, entre otras comunidades y ciudades panameñas.
El sonido del tambor, los cantos y las tradiciones volverán porque son parte del corazón y de los sentimientos de las personas, de las comunidades y de las regiones panameñas.
Ingeniero Agrónomo.
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