Gobierno y gobernabilidad
- VÃctor A. Santos J.
Si Ricardo Martinelli, como apuntan las encuestas, gana las elecciones, sin importar la cantidad de votos que obtenga, tendrá el mandato del pueblo para gobernar. Pero la estrechez o amplitud de su victoria será factor decisivo que condicionará la efectividad de su gobierno y la gobernabilidad de la nación.
Si la mayoría obtenida por el presidente electo es lo suficientemente amplia y se proyecta con igual fuerza en las elecciones para diputados y consigue el apoyo de la mayoría de la Asamblea, en principio, tiene asegurado el paso expedito para sus propuestas que requieran de la concurrencia del ?"rgano Legislativo, mediante la aprobación de las leyes necesarias y de las correspondientes partidas presupuestarias.
En el caso de que no cuente con una mayoría alineada a su favor, si, por lo menos, existe una actitud receptiva y objetiva (muy poco probable), para ponderar por sus méritos las propuestas que impulse el ?"rgano Ejecutivo, el camino no será tan expedito pero tampoco sería adverso.
Los escenarios anteriores pueden variar radicalmente si el Presidente Electo no proyecta su victoria en la composición de la Asamblea. La futura integración de ese órgano del Estado, a estas alturas, es impredecible. Pero la postulación de varios candidatos para una misma curul por los partidos de la Alianza por el Cambio, sumada a la vigencia de reglas electorales ventajeras, que terminarían favoreciendo al PRD en la adjudicación de las curules por residuo, bien podría dar lugar a que el partido gobernante, aunque disminuida, retuviera la mayoría que actualmente tiene.
Si el PRD lograra retener el control de la Asamblea o si el número de diputados de los partidos de la Alianza por el Cambio, que se sientan "autónomos para negociar y condicionar sus apoyos", es significativo; en ambos casos será crucial el margen por el cual obtenga la victoria electoral del nuevo presidente. Un mandato estrecho lo haría más vulnerable a los retos de la oposición y también podría dar lugar a mayores presiones por parte de sus aliados. En cambio, un mandato amplio reforzaría su liderazgo y su capacidad para convertir sus propuestas en acciones de gobierno.
Los sondeos sobre intención de voto, por los porcentajes que proyectan a favor de Ricardo Martinelli, indican que a los 538,000 inscritos en los partidos que le apoyan, que deben considerarse como su base electoral, se le ha sumado un número importante de los electores no inscritos en partidos. ¿Pero el respaldo del sector independiente con que hasta ahora cuenta, será suficiente para lograr una victoria electoral amplia, que le asegure un liderazgo lo suficientemente fuerte, en el caso de que tenga que gobernar con una Asamblea hostil o reticente? Mi percepción es que ese, todavía, no es el caso. Y eso puede determinar que se produzca una abstención mucho más alta que la pronosticada, con los riesgos que supone para el hasta ahora previsible ganador de la próxima contienda electoral y la eficacia de su eventual gobierno.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.