¡Gánese usted este bello laurel, doña Mireya!
Publicado 1999/12/16 00:00:00
- Gaspar Collazos S.
"Por el platanal venían machete y cuchillo en mano los soldados voluntarios harapientos y descalzos gritando a todo pulmón: ¡Viva Panamá! ¡Carajo!"
C.R.C.
Si como dijo nuestro eximio colega de claustro universitario, Dr. Mario Briceño Perozo (q.e.p.d.),, "El patriotismo es virtud que emana del 4". Mandamiento del Decálogo encerrado e las 12 Tablas de la Ley que entregó Johová Dios a Moisés en las cumbres del Sinaí; y por ser virtud sagrada el patriotismo reclama sacrificio, entre diturna y generosa limpieza de miras, rectitud de procederes y corazón abierto para palpitar por la Patria que se encierra en las notas del Himno Nacional; entonces, la Patria agradecida debe premiar y distinguir a aquellos héroes, no necesariamente desaparecidos".
Esta es, precisamente, la razón que nos mueve hoy, ahora -antes que sea demasiado tarde- no a exigirle, sino a suplicarle, muy respetuosamente, a nuestra querida ciudadana Presidenta, que está en sus manos conceder ese bien merecido galardón al único soldado, seguramente el último de aquellos valerosos voluntarios de la Guerra de Coto (1921), quien aún se encuentra entre nosotros, con el favor de Dios: Don Reinel Cianca Gutiérrez, residente en David -de donde es oriundo- en la Calle 6ª. Y como tiene cumplidos los 99 años de existencia, apenas le queda tiempo a Ud. doña Mireya, para borrar 78 años de infamia, indiferencia, preterición y olvido - ¡Suma injuria! - de un paradigma viviente del más acendrado patriotismo; de una héroe que aún espera el reconocimiento de la Patria agradecida. ¡Gánese Ud. ese precioso laurel de civismo y de moral política, querida Presidenta! ¡El tiempo apremia!.
Ciertamente, el rótulo de estas líneas no es ocioso, ni conlleva el sentido que pone Ovidio en boca de Orfeo; conceda Ud., doña Mireya ,el "Adiós Supremo" al héroe y patriota chiricano. ¡Precioso gesto!.
Aclaremos por qué está en sus manos, hoy, ciudadana Presidenta, reparar aquellos aberrantes, inconcebibles, imprudentes e ignominiosos -para no utilizar términos que ofenderían, además, al lector prudente y de noble conciencia ciudadana- 78 años de infamia sobre un patriota digno del reconocimiento nacional.
Es verdad - como asegura Luis Durán y Ventosa - que "todo el mundo se tiene por patriota (...) Pero, en realidad, no es cierto que todo el mundo sea patriota". Y, sin embargo, en el campo de batalla, el patriotismo con pies iguales mide al campesino analfabeta, pero valeroso en la defensa de su Patria, lo mismo que al general, militar de carrera, que se entrega decidido a perder su vida por el mismo ideal: su Patria.
En 1921, Panamá carecía de ejército y de armas; pues en 1916, por imposición del Hermano Mayor, se nos obligó a entregar nuestras armas. Y, cuando los ticos, (...) "Invocando un fallo arbitral repudiado por nosotros -como dijo en su proclama el entonces presidente Belisario Porras- han despojado a nuestras autoridades en el corregimiento de Coto... debemos repeler la fuerza con la fuerza".
Por lo tanto, Decreta: ...Art. 2. Llámese a todos los panameños desde los 18 años hasta los 40 años de edad... (v. Rev. Lotería, Vol. VII, N.82, 2ª. poca. Sept. 1962, p. 133).
De aquella gesta heroica de patriotas panameños, sólo permanece entre nosotros, el valiente soldado voluntario chiricano, don Reinel Cianca Gutiérrez, que vive en la Calle 6ª. de la ciudad de David, a quien jamás se le ha reconocido su meritorio patriotismo como soldado voluntario en la Guerra de Coto (1921), y que hoy ostenta 99 años de edad. Nadie ignora su presencia en la paradas del 3 y 4 de noviembre en esa ciudad; como tampoco en la del 10 de noviembre en la gloriosa Villa de Los Santos.
Consecuentemente, querida y respetada Presidenta, nada sería más noble y edificante para su gestión ejecutiva, comprometida a salvaguardar los valores que prestigian nuestra identidad nacional, que galardonear con la más elevada distinción a un frenético patriota digno de reconocimiento para las presentes y futuras generaciones.
¡Gánese Ud. este bello laurel, doña Mireya! Apenas tiene tiempo. ¡Deo Valente! Nada más. Nada menos.
C.R.C.
Si como dijo nuestro eximio colega de claustro universitario, Dr. Mario Briceño Perozo (q.e.p.d.),, "El patriotismo es virtud que emana del 4". Mandamiento del Decálogo encerrado e las 12 Tablas de la Ley que entregó Johová Dios a Moisés en las cumbres del Sinaí; y por ser virtud sagrada el patriotismo reclama sacrificio, entre diturna y generosa limpieza de miras, rectitud de procederes y corazón abierto para palpitar por la Patria que se encierra en las notas del Himno Nacional; entonces, la Patria agradecida debe premiar y distinguir a aquellos héroes, no necesariamente desaparecidos".
Esta es, precisamente, la razón que nos mueve hoy, ahora -antes que sea demasiado tarde- no a exigirle, sino a suplicarle, muy respetuosamente, a nuestra querida ciudadana Presidenta, que está en sus manos conceder ese bien merecido galardón al único soldado, seguramente el último de aquellos valerosos voluntarios de la Guerra de Coto (1921), quien aún se encuentra entre nosotros, con el favor de Dios: Don Reinel Cianca Gutiérrez, residente en David -de donde es oriundo- en la Calle 6ª. Y como tiene cumplidos los 99 años de existencia, apenas le queda tiempo a Ud. doña Mireya, para borrar 78 años de infamia, indiferencia, preterición y olvido - ¡Suma injuria! - de un paradigma viviente del más acendrado patriotismo; de una héroe que aún espera el reconocimiento de la Patria agradecida. ¡Gánese Ud. ese precioso laurel de civismo y de moral política, querida Presidenta! ¡El tiempo apremia!.
Ciertamente, el rótulo de estas líneas no es ocioso, ni conlleva el sentido que pone Ovidio en boca de Orfeo; conceda Ud., doña Mireya ,el "Adiós Supremo" al héroe y patriota chiricano. ¡Precioso gesto!.
Aclaremos por qué está en sus manos, hoy, ciudadana Presidenta, reparar aquellos aberrantes, inconcebibles, imprudentes e ignominiosos -para no utilizar términos que ofenderían, además, al lector prudente y de noble conciencia ciudadana- 78 años de infamia sobre un patriota digno del reconocimiento nacional.
Es verdad - como asegura Luis Durán y Ventosa - que "todo el mundo se tiene por patriota (...) Pero, en realidad, no es cierto que todo el mundo sea patriota". Y, sin embargo, en el campo de batalla, el patriotismo con pies iguales mide al campesino analfabeta, pero valeroso en la defensa de su Patria, lo mismo que al general, militar de carrera, que se entrega decidido a perder su vida por el mismo ideal: su Patria.
En 1921, Panamá carecía de ejército y de armas; pues en 1916, por imposición del Hermano Mayor, se nos obligó a entregar nuestras armas. Y, cuando los ticos, (...) "Invocando un fallo arbitral repudiado por nosotros -como dijo en su proclama el entonces presidente Belisario Porras- han despojado a nuestras autoridades en el corregimiento de Coto... debemos repeler la fuerza con la fuerza".
Por lo tanto, Decreta: ...Art. 2. Llámese a todos los panameños desde los 18 años hasta los 40 años de edad... (v. Rev. Lotería, Vol. VII, N.82, 2ª. poca. Sept. 1962, p. 133).
De aquella gesta heroica de patriotas panameños, sólo permanece entre nosotros, el valiente soldado voluntario chiricano, don Reinel Cianca Gutiérrez, que vive en la Calle 6ª. de la ciudad de David, a quien jamás se le ha reconocido su meritorio patriotismo como soldado voluntario en la Guerra de Coto (1921), y que hoy ostenta 99 años de edad. Nadie ignora su presencia en la paradas del 3 y 4 de noviembre en esa ciudad; como tampoco en la del 10 de noviembre en la gloriosa Villa de Los Santos.
Consecuentemente, querida y respetada Presidenta, nada sería más noble y edificante para su gestión ejecutiva, comprometida a salvaguardar los valores que prestigian nuestra identidad nacional, que galardonear con la más elevada distinción a un frenético patriota digno de reconocimiento para las presentes y futuras generaciones.
¡Gánese Ud. este bello laurel, doña Mireya! Apenas tiene tiempo. ¡Deo Valente! Nada más. Nada menos.
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