Salmo.
Enséñanos, Señor, el camino de la vida
Así decía el salmo responsorial del domingo y yo me pregunto si acaso aprendemos esa enseñanza que nos guía por la vida y nos enseña a ser
Así decía el salmo responsorial del domingo y yo me pregunto si acaso aprendemos esa enseñanza que nos guía por la vida y nos enseña a ser felices; es estar cerca de Dios y aprender lo que la experiencia de otros nos envía para llenar nuestros conocimientos. ¿Cuántas personas son felices y cuántas dejan de serlo por no poner en práctica ciertas cosas que son elementales para lograr la felicidad a lo largo de la vida? Falta mucho para ser, en realidad, seres plenos de alegría de vivir y que nos llene del todo.
Sea usted una persona segura de sí misma lo que, a su vez, trae una autoestima alta y nos permite alcanzar las metas que nos ponemos en la vida, ya que sin metas no es posible llenar lo que significa existir. Una vez que tenemos esa seguridad, se nos dará una visión más prospectiva de la felicidad y la tranquilidad de haber logrado lo que buscamos. Hay que dar amor para recibir el mismo. No es posible vivir sin amar ni ser amado en cualquier circunstancia; pero si usted no es capaz de amar, vivirá amargado, vivirá sin incentivos, será parte de un montón de personas que no valen la pena ni ser miradas.
Ayude en lo que pueda a los necesitados, no solo con dinero sino en todo sentido, con consejos sabios, con apoyo en problemas que puedan tener los otros y sentirá la felicidad interior de haber hecho algo positivo, que lo llenará de satisfacción.
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy; no trates de mirar el pasado porque es eso y el mañana no existe porque nos es desconocido. Vive el presente, el día de hoy, como si fuera el último. Hoy tiene el valor de las cosas, saber con qué contamos, en qué nos basamos para organizar nuestra vida y ser felices. Si te encierras en el pasado, no saldrás del mismo y te atrapará hasta asfixiarte porque no puedes revivirlo y te matas queriendo hacerlo.
Del pasado aprendes con lo bueno y los errores que cometiste, pero nada puedes enmendar ni corregir. Déjalo atrás, perdido en el recuerdo, porque no es más que esto. De la vida debes extraer lo satisfactorio, lo positivo; para qué te sirve lo que te amarga, déjalo a un lado para mirar lo que te hace feliz. Sáciate de gozo; elimina los amigos negativos, aquellos que viven insatisfechos con lo que les ha dado la vida sin pensar en lo bonito que tienen a su alcance.
Sé feliz, aprende a valorar lo que posees y sácale provecho sin envidia ni rencores. Perdona lo que te hacen y déjalo a Dios.
Médico.
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