Sociedad
Eliminemos la ATTT y salvemos al transporte masivo de pasajeros
- Antonio Mola [email protected]
... debe ser eliminada como institución del Estado y devolver las funciones de vigilancia y ordenamiento del tránsito a una autoridad calificada, que sabemos puede imponer orden y certeza de castigo: la Policía Nacional.
Ciudadanos deben padecer de la “eficiencia” operativa y administrativa que ofrece la ATTT.
Para qué necesita la ciudadanía panameña tener instituciones que han sido creadas por los gobiernos de los últimos 19 años, con misiones de ensueños, pero que en la realidad solo generan más burocracia, más puestos y botines políticos, mayores gastos, y por ende, empeoran las cosas.
Como muestra dos ejemplos claros, la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario (AAUD) “creada para brindar servicios de recolección y disposición final de residuos sólidos de forma eficiente, con miras a proteger la salud pública, velar por la conservación del ambiente y el aprovechamiento de los desechos; utilizando estrategias y recursos tecnológicos y humanos para satisfacer las necesidades y superar las expectativas de los usuarios.”
Pues bien, ahora tenemos más basura que antes y se ha planeado (pero no ejecutado) devolver este oloroso problema a los municipios.
Pero hoy no revisaremos este tema.
La otra es la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT), “creada para resolver los problemas de gestión de tránsito y transporte terrestre, fortalecer el sector y mejorar el servicio, regular la movilización eficiente de personas, equipos y cargas, atender todo lo relacionado con la regulación de los sucesos y actividades de los vehículos a motor, así como todo lo referente al uso de las vías.”
Pero somos testigos de cuáles son los resultados.
La Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) ha demostrado ser una autoridad carente de autoridad, una institución nacida para el patrocinio de negocios de allegados al de turno o a los sempiternos líderes sindicales del transporte.
Una autoridad en la que las prioridades no se establecen de una manera transparente.
Una institución cuyos directivos creen que el servir al ciudadano es sinónimo de gasto y no negocio, que por lo tanto no se amerita incluirlo en las prioridades.
Una autoridad donde muchos de sus inspectores de tránsito tienen autonomía no autorizada para el cobro de infracciones, dinero que no llega a las arcas del Estado.
Una agencia estatal con más de 1,200 funcionarios transeúntes e invidentes.
Una Autoridad para Tranques y Tracalería Total (ATTT), ineficiente e inoperante que debe ser eliminada como institución del Estado y devolver las funciones de vigilancia y ordenamiento del tránsito a una autoridad calificada, que sabemos puede imponer orden y certeza de castigo: la Policía Nacional.
Antes de crearse la ATTT así era con la otrora Guardia Nacional... y había respeto al uniforme.
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Hay que reestatizar el transporte masivo de pasajeros a nivel nacional (autobuses, costers/vans).
Que solo exista la empresa estatal Transporte Masivo de Panamá, S.A.-MiBus, cuyo manejo se concesione bajo un contrato de administración, gestión y soporte técnico por un tiempo específico, tal como existe hoy en día para los distritos de Panamá y San Miguelito.
Quien tenga la función de diseño, planeación, ejecución y control de las operaciones del servicio masivo de pasajeros; el manejo de la logística de rutas y cubrimiento nacional y autorización de servicios especiales mientras no existan los mismos, como por ejemplo, la transportación escolar.
Las funciones administrativas deben ser divididas, de la siguiente forma:
A. Policía Nacional/Dirección Nacional de Operaciones de Tránsito (D.N.O.T.):
1. Departamento de Operaciones de Tránsito (D.O.T.)
Emisión y control de licencias de conducir.
Emisión de las reglamentación del tránsito vehicular.
Semaforización y señalización de las vías.
2. Servicio de Investigaciones de Accidentes de Tránsito (S.I.A.T.)
Juzgados de Tránsito.
B. Transporte Masivo de Panamá, S.A.-MiBus:
1. Licenciamiento de Servicios o Rutas Especiales.
2. Definición de rutas y tipo de vehículos de transporte masivos a utilizar en las mismas.
3. Control y manejo de la logística de rutas y cobertura nacional.
Pero también tenemos por otro lado, el transporte selectivo, los taxis con sus particularidades operativas.
El "yo no voy", las tarifas no oficiales de las cuales los oficiales de la ATTT no hacen nada, el irrespeto a la autoridad, la proliferación de negocios de alquiler (sin controles adecuados) de taxis a particulares, con cupos autorizados por la ATTT y que en repetidas ocasiones se han usado para delinquir, etc.
La situación de las tarifas se puede regular, como se ha hecho en otros países, con la instalación de equipos que facturen la tarifa correspondiente y no puedan cobrar lo que quieran.
Para esto, el usuario debe exigir que el taxímetro se ponga a funcionar inmediatamente se inicie la carrera.
Las empresas que alquilan taxis deben desaparercer. Igualmente se debe revisar la cantidad exagerada de vehículos de taxis en Panamá.
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Hoy en día contamos con más taxis que la Ciudad de Nueva York en Estados Unidos, la cual cuenta con una población de más de ocho (8) millones de habitantes.
El yo no voy, es una cuestión del ejercicio de la autoridad por la vía de multas a denuncias efectuadas por los ciudadanos.
La solución al transporte terrestre masivo de pasajeros solo estará en manos de un gobierno que no le tiemble la mano para hacer cambios como los aquí enunciados u otros mejores.
Un gobierno que no tema a presiones políticas y de los omnipotentes líderes sindicales actuales, de los cuales hay hasta honorables diputados involucrados.
Un gobierno para el pueblo y por el pueblo.
Será que para el 2019 ¿se eliminará la ATTT?
Por el momento no nos queda otra que la de padecer de la “eficiencia” operativa y administrativa que nos brinda la Autoridad para Tranques y Tracalería Total (ATTT).
Ex-Alumno del Instituto Nacional. Generación 64-65
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