Chagres
El último hombre de Frijoles
- Stanley Heckadon-Moreno (Antropólogo)
Al tornarse el Chagres en la ruta interoceánica en el siglo XVI, surgieron a sus orillas caseríos famosos entre los viajeros. Entre ellos Frijoles, en las ajuntas de río Frijolita con el Chagres. Al construirse el ferrocarril de Panamá (1850-1855), se torna en estación del tren. Durante el canal francés (1880 a 1890) y el americano (1904-1914) fue campamento de obreros, mayormente antillanos y sus familias.
En 1911, tenía 1,000 habitantes. Al represarse el Chagres y surgir lago Gatún las autoridades de la Zona del Canal ordenan, 1912, el despoblamiento. Frijoles es trasladado río arriba, convertido en plantación y abandonado. La selva se lo traga. Sus ruinas están dentro del Parque Nacional Soberanía.
Solo uno se quedó. Todos quienes iban y venían del laboratorio de la isla de Barro Colorado sabían quién era Mr. Kidd. Le conocí en la década de 1980 en mi primera visita a la isla. Pensé recoger su historia, mas no lo hice. Por suerte, en 1990, Pamela Henson, directora de archivos del Smithsonian, lo entrevistó en su casita de Frijoles. Esta es la historia de Oscar Dean Kidd, cuya vida transcurrió en lago Gatún y la Zona del Canal.
...EN ESOS DÍAS TÚ NO TE ATREVÍAS A ACERCARTE A UN HOMBRE BLANCO Y DECIRLE MUCHO. ELLOS ERAN MUY OFENSIVOS CON LA GENTE DE COLOR.
“Nací en la isla de Jamaica en 1907. Mis padres emigraron a Panamá en 1909. Crecí en la Zona del Canal, pues allí se hizo la vía. En la Zona del Canal donde más tiempo he vivido y donde hoy vivo es aquí, en Frijoles. A los 9 años dejé Frijoles y fui a Panamá con mis padres, pues el Canal estaba terminado y operando. En vez de ser repatriados de vuelta a Jamaica, ellos tomaron un pedazo de tierra en la República de Panamá. Pasé 10 años en Nueva Providencia. Está al norte de Frijoles, a tres millas en cayuco por el nuevo lago Gatún. El lago había inundado la selva y los árboles sumergidos aún estaban verdes, tenían sus hojas verdes. Así que canaleteamos el cayuco bajo la copa de los árboles con hojas verdes. En un árbol vi un hombre atrapado. Lo embarcamos. En Nueva Providencia me quedé 10 años. La vida era dura. Me fui de casa a los 18 yendo para 19. Le dije a papá que me iba para no volver. Mamá lloraba. Me fui en un cayuco que labré del tronco de un árbol. Me fui contra la voluntad de papá, pero mamá estaba de mi lado”.
“Mi primer trabajo fue con la United Fruit Company, a inicios de 1926. En cinco meses saqué mi licencia de operador de lanchas. Cuando la obtuve pensaban que no tenía 21. Para sacar licencia, los reglamentos de entonces eran que debías tener 21. Yo mentí. Saqué mi licencia el 19 de octubre de 1926. Tenía 19 años. En Cristóbal el oficial a cargo dijo: ‘Sabes qué, aquí pasaste el examen de tu licencia, pero no te la voy a dar. Anda y tráeme a tu papá o mamá que verifiquen naciste en 1905’. A mi mamá no le gustó la idea. No quería ir, pero la convencí y de todos modos fue”.
EL LAGO HABÍA INUNDADO LA SELVA Y LOS ÁRBOLES SUMERGIDOS AÚN ESTABAN VERDES, TENÍAN SUS HOJAS VERDES. ASÍ QUE CANALETEAMOS...
“Bueno, me dieron la licencia. Como al mes conseguí trabajo con un indú, un árabe de Argelia, operando su bote. En una barcaza chica tenía que ir a recoger bananas en un sitio por aquí, donde las bajaban hasta la barcaza que iba para Gatún. Aún no habían acondicionado Frijoles para embarcar guineo en el tren. Me volví a Frijoles. Ahí fue que me topé con el Dr. Zetek [James Zetek (1886-1859) primer director de la Estación Biológica de la Isla de Barro Colorado].”
“Al mes de estar en Frijoles, un día estoy amarrado al embarcadero público. El Dr. Zetek tenía su embarcadero parte del cual aún está allí. Ahí amarraba su bote. Entonces tú podías dejar todo en un sitio y nadie lo tocaba. Un día llega Zetek. Era la segunda vez que veía llegar al hombre y tomar su bote. La primera vez, el motor arrancó de una vez y se fue a la isla. El segundo día, trató y trató pero el motor no arrancó y se quitó la camisa. Sentí lástima. Sin decirle a mi jefe qué iba a hacer, caminé donde estaba él. En esos días tú no te atrevías a acercarte a un hombre blanco y decirle mucho. Ellos eran muy ofensivos con la gente de color. Pero cogí mi chance y fui donde él y le dije ´Hey, mister! Ven acá. Te voy a llevar a la isla y te traigo de vuelta”.
FRIJOLES ES TRASLADADO RÍO ARRIBA, CONVERTIDO EN PLANTACIÓN Y ABANDONADO. LA SELVA SE LO TRAGA. SUS RUINAS ESTÁN...
“Él dijo: ‘Lo harás’? Le dije sí, ven. Te llevaré a la isla. Dejó su bote y lo llevé. Me quedé con él hasta las 2:00 p.m. Como él quería coger el tren de las 3:00 p.m., dejamos la isla y volvimos a Frijoles”.
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