Análisis
El poder de los medios de comunicación y el periodismo
- Miguel Ángel Sánchez
- /
- [email protected]
- /
...debemos estar claro que el sufrimiento del periodista no viene solamente a través de una tortura sentimental por el apego a la profesión. Más bien, el desconsuelo nace a través del trato injusto y la condición laboral denigrante...
"El mejor oficio del mundo", así fue considerado el periodismo por el escritor colombiano Gabriel García Márquez, ante la asamblea número 52 de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en 1996. ¿Será cierta esta afirmación? Márquez también dijo: "Aunque se sufra como un perro, no hay mejor oficio que el periodismo". Esta última aseveración, después de 22 años, de alguna manera refleja la realidad del periodismo en Panamá y quizás en otras partes del mundo. No obstante, debemos estar claro que el sufrimiento del periodista no viene solamente a través de una tortura sentimental por el apego a la profesión. Más bien, el desconsuelo nace a través del trato injusto y la condición laboral denigrante que mantiene el periodista con los medios de comunicación donde labora o presta sus servicios profesionales.
A diferencia de otras profesiones, incluso la docencia, donde quizás los salarios y las circunstancias laborales sean más favorables en Panamá, el periodismo no brinda a quien lo ejerce, las condiciones económicas mínimas para vivir dignamente con su familia, mucho menos atesorar una fortuna que le ofrezca la oportunidad de llegar a ser en el futuro, dueño de su propia empresa. Aunque esta afirmación sea vergonzosa, debemos estar conscientes de que es nuestra gran realidad. Sin embargo, podemos ver a ciertos periodistas, no muchos, que sí gozan de salarios justos y prebendas por el trabajo que desarrollan. Esta posición, en cierto modo se consigue por el desempeño de tareas y asignaciones que no precisamente están ligadas al desarrollo del periodismo. En temas laborales a estos periodistas que trabajan en altos cargos en los medios de comunicación se les llama "empleados de confianza". Esta figura, como en toda empresa, muchas veces es necesaria para mantener a los dueños, enterados de todo lo que pasa en la empresa. En otros casos, muchas veces este empleado de confianza no es periodistas, no obstante, tiene igual poder de decisión sobre el rendimiento de los periodistas que día a día se esmeran por hacer su trabajo de la mejor manera.
La gran realidad del periodismo en nuestro país es inaceptable. La mayoría de los periodistas que laboran como corresponsales de los medios de comunicación fuera de la capital del país trabajan por servicios profesionales. Estos periodistas, así como los pocos que están asalariados en los medios, se ven en la necesidad de desarrollar otras tareas en el mundo de la comunicación social para poder tener los ingresos necesarios y satisfacer a duras penas las necesidades económicas familiares. Por otro lado, aquellos que laboran de forma permanente en los medios de comunicación social en la capital, sus salarios apenas les alcanza para sufragar sus gastos. ¿No es esto vivir en angustia o sufrimiento?
Lo lamentable del caso es que el poder de los medios de comunicación es tan influyente en los gobiernos de turno que se ha hecho imposible lograr la creación de una ley que determine condiciones salariales justas para los periodistas. Estos dueños de medios de comunicación social y sus serviles siempre se han escudado en la supuesta defensa de la libertad de expresión. Realmente no sé qué tiene que ver una cosa con la otra. Este poder es tan déspota que determina la noticia que se publica y la que se desecha. Es tan inhumano que tiene al periodista como un peón humillado y sacrificado por el medio de comunicación, hasta cuando este considere que no le sirve y lo desecha. Es tan corrupto e hipócrita que se proyecta ante la opinión pública como "el paladín de la justicia social" y conspira con los políticos a cambio de cuñas propagandísticas políticas o gubernamentales.
Joseph Pulitzer dijo: "El poder para moldear el futuro de una República estará en manos del periodismo de las generaciones futuras". ¿Podemos aplicar esta deducción al periodismo de nuestros tiempos? Mientras el desarrollo del periodismo esté en manos de los dueños de los medios de comunicación, de los empleados de confianza y de influencias políticas, el periodismo seguirá siendo un oficio sufrido, en el que el periodista que labora para un medio de comunicación social, no tendrá opción de cambiar el rumbo de un país a conveniencia de los más necesitados ni mucho menos mejorar su condición de vida.
Periodista
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.